—¿Qué pasa? Parece como si te hubieran rechazado.
—Me rechazaron.
Adrian observa la nota entre mis manos mientras bebe de una botella de coca-cola que robó de mi refrigerador, cuando me mude solo nunca llegué a pensar que tendría a un ladrón de neveras rondando por mi apartamento cada día.
—¿Sigues hablando con él de las notas "correctas"?
—No le digas así.
—Ay mira, hasta lo defiendes.—Bebé más y se deja caer a mi lado.—¿Si sabes que puede ser un viejo de ochenta años?
—Dijo que iba a nuestra facultad.
—Los viejos de ochenta años también pueden estudiar, o puede ser un profesor.
—Es estudiante, y no creo que tenga ochenta años.
—Puede ser un hombre.
Lo sé, ya había pensado en eso, y no sé si es raro que eso no me importara. Me consideraba alguien hetero, pero ahora me estoy dando cuenta que no me importa, porque es tanta la curiosidad que tengo por la persona tras las notas y por su forma de expresarse que en realidad no me importa si es una chica o un chico, solo se que quiero seguir hablando con él o ella, y conociéndolo mucho más.
—Le voy a invitar a que venga al concurso.
—¿Y si te rechaza?
—Gracias amigo, me das unos ánimos.
—Seamos realistas, ninguno de los dos se vio nunca, y empezaron a hablar insultándose.
—No lo insulte, ese papel de "vete a la mierda" era para ti que te comiste mis galletas.
—Entonces soy tu cupido, se agradecido.
—Vete a la mierda.
Y hasta aquí la primera parte, se termino fuerte ¿no?
Nos vemos el próximo viernes.
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La melodía que hay en ti.
Romance¿Es posible enamorarse a través de palabras leídas y melodías escuchadas en la madrugada? . . . Gracias a mi hermanita @__Clmb__ por la hermosa portada . . . Esta historia se subirá en varios maratones de viernes a la noche, recomiendo leer con un...