Es ella, es la chica de las notas. Y ahora no puedo parar de verla, mi corazón late desenfrenado y puedo sentirlo en mi pecho, quiero decir tantas cosas pero nada sale de mi boca.
—¿Quieres hacer un dueto conmigo?
Sus suaves palabras son como una sonata lenta y suave que llega a ti y te rodea, de esas que ni siquiera debes pensar para saber que se convertirán en tus favoritas.
—Si.
Extiende su mano hacía mí, y sin dudarlo la tomó, su calidez me demuestra que es real.
—Vamos a una cita.—Me dice.
—¿Me estás invitando?
Comenzamos a caminar hacia el elevador, sin prestar atención al ruido de fondo.
—¿Acaso las chicas no pueden invitar?
—No hablaba de eso, pero no pensé que hiciéramos esto tan rápido.
Somos los únicos dentro del elevador, y por alguna razón eso me pone nervioso.
—¿Por qué estas vestido formal?
Enrojezco.
—Iba a ir a verte, quería invitarte a comer algo.
—¿Dónde quedó lo de "hacer esto muy rápido"?
—Me di cuenta que no existe algo "Rápido o lento" al final es hacer las cosas a nuestro modo.
Me sonríe, yo le sonrío, y el elevador comienza a descender.
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La melodía que hay en ti.
Romance¿Es posible enamorarse a través de palabras leídas y melodías escuchadas en la madrugada? . . . Gracias a mi hermanita @__Clmb__ por la hermosa portada . . . Esta historia se subirá en varios maratones de viernes a la noche, recomiendo leer con un...