La misión había terminado exitosamente. El distrito Stohess estaba destruído, había escombros por todas partes y el aire que se respiraba era pesado, tenso, sin embargo, las muertes no habían sido tantas como esperaban, y eso dejaba al comandante tranquilo, aunque aún quedaba mucho por hacer, el aurduo trabajo que le había consumido valioso tiempo y valiosas vidas de sus soldados, había terminado. Sin embargo, no se encontraba pensando en eso, lo que más lo inquietaba era no haber visto aún a Levi. En ese momento no le interesaba toda la gente que lo solicitaba, ni la opinión de la policía militar, ni siquiera le interesaba si el mismísimo rey lo mandaba a llamar, lo único que quería era ver a Levi y asegurarse de que esté bien, comprobarlo con sus propios ojos.
Cómo si fuera coincidencia divina, una figura conocida sobrevoló por encima de él utilizando el equipo de maniobras, siempre se movía con clase, con elegancia, parecía un felino delgado y astuto moviéndose por los aires. Erwin enseguida que lo vio, despegó también y comenzó a seguirlo, moviéndose detrás de él entre los edificios y las casas. Levi miraba hacia atrás y le sonreía con la mirada. Luego de unos minutos de estar persiguiéndose por los aires y lanzándose miradas, se detuvo en un tejado, y claramente Erwin lo imitó. Lo primero que hizo al verlo fue abrazarlo, silenciosamente. Levi al principio se tensó, pero cayó en la cuenta de que probablemente nadie estaría viéndolos, entonces correspondió al abrazo cariñosamente. "Una vez más, estamos vivos" pensó, mientras olía la fragancia de Erwin y enterraba su cabeza entre sus brazos y pecho.
-Estuviste muy bien, gracias por cuidarme la espalda tantas veces...-Le dijo sin soltarlo.
Levi tuvo que inclinar su cabeza hacia arriba para poder verle el rostro.
-Gracias a tí por confiar en mí. - Respondió aferrándose fuerte a él. Sintió los tremendos impulsos de querer besarlo, pero sabía que no podía, que sería demasiado.
Pasados unos minutos tuvieron que volver a la realidad y cumplir con sus deberes, aunque casi todo estaba ahora en manos de la policía militar, la Legión de Reconocimiento y sobre todo Erwin debía hacerse cargo de muchos asuntos aún. Estaban a punto de dividir caminos... "¿Eh? mierda" murmuró Levi.
-¿Qué pasa?
-Me quedé sin gas. Pero no te preocupes, ve, yo bajaré e iré caminando.
-O si no, simplemente podemos...
El comandante tomó a Levi por la cintura y se lo aferró a sí mismo.
-¿Qué haces?
-¿A dónde desea que lo lleve, señor? - Preguntó en un tono gracioso,mientras desplegaba el hilo del equipo asegurándolo a un edificio que se encontraba a unos metros.
-Tsk, esto es ridículo...- Se quejó Levi mientras volaban entre las casas.
-No es ridículo, es lindo.
Aterrizaron en la zona donde se encontraban Hange, Mike, y varios soldados más que acompañaban a Jaeger. Levi se soltó de su agarre una vez tocaron el suelo, avergonzado de que sus soldados lo vieran, y se dedicó directo a lo suyo.
-Levi, nos vemos después ¿recuerdas?
Miró hacia atrás y le asintió, en ese momento recordó que Erwin tenía algo por decirle una vez terminada la misión, lo había olvidado completamente y se sintió culpable por eso, pero ya era demasiado tarde, el rubio ya se encontraba volando por los aires, por encima de los escombros.
-Ya casi terminamos aquí, ¿dónde estabas? - Preguntó Hange apenas lo vio, a su lado estaba Eren
-Con Erwin... - Dijo mirando hacia otro lado, como si buscara algo para hacer
Hange se acercó un poco más a él y le habló esta vez en un tono más bajo.
-¿Estás bien?
-Sí.
-¿Seguro? Recuerda que soy tu médico ahora, debo asegurarme de que está todo bien luego del golpe.
-Tsk, sí, estoy bien, y no eres mi médico...
Zoe continuó mirándolo callada, como si esperara más información.
-Solo que...tenía algo que decirme
-¿Quién?
-Erwin... - Dijo en un tono de voz muchísimo más bajo, casi un murmuro.
La mujer pareció comprender a la perfección la situación, como si ya supiera todo al respecto, tan sólo asintió y le sonrió. - "No te preocupes, ya tendrán tiempo de hablar" Le dijo amablemente. El capitán le hizo caso, devolviéndole aquella mirada amable en agradecimiento, y se puso a trabajar junto con sus compañeros.
Más de la mitad del día se le pasó rápido, casi no podía creer la cantidad de cosas que había hecho y habían pasado en apenas algunas horas. Sin embargo, Erwin no tuvo tanta suerte, ya que su día estaba pasando extremadamente lento, y en lo único que pensaba era en reencontrarse con su amado. Se sentía algo estúpido, como un adolescente. Nunca se había detenido a pensar en lo enamorado que estaba, pero aquella tarde, en aquella oficina, sólo y en silencio, se dio cuenta de que todas las decisiones que había tomado habían sido correctas, porque había encontrado a quién más amaba. El no creía en ningún Dios, ni en el poder divino de las murallas, ni en nada sobrenatural, pero ese día, agradeció haberlo conocido, agradeció haberle pedido que se una a la Legión, y agradeció que aquél hombre lo haya aceptado, como su comandante y como amante. Ahora temblaba, la pluma que llevaba en la mano se agitaba y hacia que la tinta salpicara pequeñas gotas sobre la hoja, se dio cuenta de que la decisión que estaba por tomar haría que su vida cambiará rotundamente, y también la de Levi. Por primera vez sintió el miedo a un rechazo, pero lo consideró una misión, un objetivo que cumplir, y en el que debía entregar su corazón, para que el otro se lo quedara, por siempre.
Como por arte de magia, la puerta se abrió. Continuó mirando hacia las hojas por unos segundos, deseando que sea él; y cuando levantó la vista, para su suerte, efectivamente lo era.
Su corazón se aceleró.
Levi lo miró, dedicándole aquella mirada que sólo le dedicaba a él, y cerró la puerta detrás suya.
-Tenías algo que decirme... - Dijo mientras se le acercaba, Erwin se paró rápidamente y se le acercó también. - ¿Estás ocupado? Puedo venir en otro momento si no...
-No, Levi, no estoy ocupado, nunca lo estoy para tí. - Le dijo en un tono sincero. En realidad, sí tenía mucho trabajo que hacer, pero en ese momento no le interesaba en lo más mínimo.
El capitán se quedó callado, como esperándolo a que comenzara a hablar. Erwin le tomó ambas manos y las envolvió en las suyas. Se quedó unos segundos pensando, había imaginado esta situación miles de veces en su cabeza,incluso la había ensayado frente al espejo, pero aún así, le costó encontrar las palabras.
-Levi...-suspiró, mirando las manos del otro. - Desde que nos conocemos... has dedicado tu vida a mí, siempre hiciste lo que te ordené sin quejarte, y arriesgaste tu vida incontables veces, por mí. Siempre me sentí muy protegido a tu lado, tanto en batalla como en la vida misma...- Paró un segundo para besarle las manos y mirarlo, los ojos grises del capitán estaban húmedos y sos mejillas sonrojadas. Le sonrió y continuó hablando.
-Yo...estoy muy enamorado. Y quisiera acompañarte por el resto de tu vida, y que tú me acompañes por el resto de la mía.
El más bajo se puso en puntas de pié y lo besó sin soltarle las manos,no pudo evitar que las lágrimas que asomaban finalmente calleran por su rostro.
-Erwin...nunca creí que me dirían algo así. Yo... nunca voy a separarme de tu lado. No tienes que preocuparte por eso porque... juré no hacerlo, nunca. - La conmoción que sentía era tanta que su tono de voz se oía completamente distinto al usual.
-No, Levi. Yo... me refiero a que de verdad quiero que estemos siempre juntos. Quiero que cuando seamos mayores y ya no podamos luchar, nos mudemos a una casa. Quiero envejecer a tu lado, y que vivamos una vida larga y feliz, juntos.
El capitán abrió más sus ojos, sintió como su rostro se enrojecía y su corazón latir al punto de parecer que iba a salirse de su pecho.
-Erwin, ¿estás diciendo que...?
Derrepente el alto se arrodilló, aún sin soltarle las manos, su rostro parecía el de un ángel, iluminado por aquél Sol de la tarde que entraba por la ventana.
-Levi Ackerman, quiero que nos casemos. ¿Aceptarías?
El más bajo se arrodilló junto con él y lo besó abrazando su cuello. Erwin lo rodeó con sus brazos y no pudo evitar que lágrimas de felicidad salieran de sus ojos.
-Erwin...yo hago todo por tí, y claro que acepto. Pero...¿Estás seguro? ¿Qué pasará?
El comandante volvió a besarlo.
-No sé qué es lo que pasará, pero debemos entregar nuestros corazones,por nosotros.
-Por nosotros. - Repitió el capitán, y volvió a besarlo.Luego de unos minutos la puerta se abrió de un golpe que sorprendió a ambos. "¡SIIIII!" gritó aquella voz tan conocida, y lejos de molestarles, los dos se miraron y sonrieron.
-¡ERWIN! ¿YA LE DIJISTE? - Preguntó su amiga, con su emoción y euforia característica.
-Si...y dijo que sí.
Los tres se miraron y Hange abrazó a ambos con mucha alegría, no pudo evitar que un par de lágrimas se le escaparan, debido a la emoción. - "Tengo una sorpresa para los novios" - Dijo esta vez más tranquila, y haciendo un paso hacia atrás, dejó que ingresaran a la oficina aquel grupo de chicos.
Eren, Mikasa, Jean, Connie, Armin...-Erwin los nombraba una vez los jóvenes iban entrando, los conocía muy bien, ya que sabía que formaban parte del escuadrón de Levi, y para Levi, eran sus soldados más preciados, a quienes cuidaba como hijos.
-Tenemos un regalo para ustedes...-Anunció Armin, quien era el más sensible y elocuente. Le entregó a su comandante un pequeño empaque de tela muy bonito. Antes de abrirlo, los miró. - Chicos...todos ustedes,¿sabían?- preguntó Erwin muy sensibilizado.
-¡Ja! No fue muy difícil darse cuenta... Dijo Jean por detrás. A lo que Levi le dio una mirada fulminante y amenazadora.
-¡L-lo siento, capitán! En realidad...
-En realidad ellos ya lo suponían y yo se los confirmé. - Terminó por decir Hange salvando la situación.
La pareja se rio, y juntos abrieron el paquete. Dos preciosos y relucientes anillos de plata se dejaron ver, uno era notablemente más grande que el otro.
-Queríamos que fueran de oro, pero la situación nos permitió solo esto... - Se disculpó Armin apenado.
-Son... perfectos, gracias chicos. - Su comandante los saludó uno por uno, y lo mismo hizo Levi, quien estaba muy orgulloso de sus soldados y del gesto tan bonito que habían tenido.
Cuando fueron a ponérselos, notaron que tenían sus nombres grabados.
Erwin tomó la mano de su amado, y le colocó el anillo, en un acto de puro amor.
-Tú llevaras mi nombre en este anillo...
Levi hizo lo mismo colocándole ahora la alianza a su novio.
-Y yo llevaré el tuyo, grabado en el mio, por siempre. - Concluyó.
Se dieron un pequeño pero muy significativo beso, y mientras todos los que se encontraban en esa oficina aplaudían, ellos comprendieron, en ese instante, que sus vidas de ahora en más serían muy distintas, de ahora en más enfrentarán al mundo juntos, como pareja, como novios, como esposos.
-Gracias, Erwin. - Le susurró mientras se abrazaban - Gracias por mostrarme lo bonita que puede ser la vida.~~~~~
Hoolaaaa, último capítulo 😭❤️ gracias a los que me acompañaron mientras iba actualizando la historia, por tener paciencia y por sus comentarios y votos❤️ la verdad yo me imaginaba que llegaría máximo a 50 lecturas, nunca creí que llegaría a tener tantas, muchas gracias 😭😭❤️
Espero que este final les haya gustado, muchas gracias por leerme <3
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todo por él (Levi&Erwin) en español Eruri
RomanceSu relación siempre ha sido de comandante y capitán, pero luego de algunos acercamientos, los sentimientos salen a la luz y se vuelven imposibles de ocultar. La imagen de la portada y las que utilizo en los capítulos no son mías, todos los derechos...