Capítulo 6

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Congregátio Et Secta Veritates 

Esto debe ser una maldita broma, debo estar soñando o simplemente hay alguien arriba que no me quiere. 

Tal vez me drogaron y estoy viendo otra yo- con mejor ropa claro- sea como sea, esto tiene que ser una pesadilla y muy pronto voy a despertar. Es que es imposible. 

- Antonella dime que es otra de tus bromas.- Dice el idiota junto a mí. 

- Créeme hermanito que esto no es una broma y que si lo fuera, sería la última que haría. 

- Entonces... tú... y ella... 

- Imposible.- Digo después de tanto tiempo callada. 

- Anabella...- Dice la mujer acercándose a mí y esta vez no retrocedo.- Tú... tú... eres Anabella. 

- ¿SÍ?- Aunque hasta este punto ya no sé ni qué creer. 

- Créeme que yo pienso lo mismo.- Dice mi clon a mi lado.- Déjate de idioteces que tú eres el clon.- Dice como si leyera mis pensamientos.- Sí, parece que puedo leer tus pensamientos. 

- Pues deberías dejar de hacerlo porque los dices en voz alta.

- Lo sé, esa es la idea.- Dice ella viéndome aún sorprendida. 

- Bueno alguien puede explicarme ¿Qué pasa aquí? ¿Por qué Antonella o Anabella... Ay olvídenlo es complicado saber quien es quien si son idénticas. 

- Es simple hijo... Pasamos muchos años buscándote Anabella.  

- Perdón no entiendo.- Al fin abres la boca tonta.- ¿Quién eres tú?- Digo viéndo a mi otra versión y luego volteo a ver al resto.- Me refiero... ¿Quiénes son ustedes y por qué tienen un clon mío? 

- Oye... 

- Lo siento, no sé como llamarte... 

- Es sencillo.- Dice el señor interrumpiendo nuestra pequeña discusión.- Tuvimos dos hijas, Anabella y Antonella. Una de ustedes fue secuestrada cuando nació y si, hablo de ti Anabella. 

- Yo no... quiero decir... yo no fui secuestrada... es imposible.

- No Anabella, fuiste secuestrada cuando naciste. Te buscamos por todo el país tratando de tener al menos una pequeña señal de ti, pero fue en vano pues cada vez que creíamos estar cerca tuyo, el destino nos jugaba sucio y te alejaba más.- Dice el señor derramando un par de lágrimas que hacen que me sienta mal.- Tu madre entro en depresión, no supe que hacer para contentarla así que le dije que aún teníamos razones para luchar, una eran nuestros dos hijos y la otra era encontrarte sana y salva.- Deja escapar un par de lágrimas que me hacen derramar dos. 

- Es verdad.- Habla la mujer que dice ser mi madre.- Nosotros te hemos buscado desde hace 17 años, no ha habido un día en el que no pensemos en ti y en lo que estabas pasando. No nos dimos por vencidos buscándote y buscando una forma de que regresarás a nuestro lado. 

- Pero mis padres...-

- ¡Ellos no son tus padres!- Grita el señor haciéndome dar un pequeño brinco por el susto mientras sigue derramando lágrimas.- ¡Ellos no son tus padres! ¡Ellos están locos!

- No, eso no es verdad.

- No hija.- Dice la mujer acariciando mi mejilla.- Nosotros somos tus padres y fuimos nosotros quienes te dieron ese collar que llevas.- Dice y de inmediato pongo una mano sobre el collar que siempre llevo conmigo. 

- Anabella tienes que creernos, nosotros somos tus padres, Antonella es tu gemela y Adam es tu hermano mayor.- Dice el señor e inevitablemente volteo a ver al idiota junto a mí que ahora sé que se llama Adam, pero ese es tema punto y aparte, primero quiero saber qué pasa con esto. Luego me encargo de él. 

Coram MeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora