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Al momento de llegar al tercer piso, Seungmin se detiene para observar el mapa

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Al momento de llegar al tercer piso, Seungmin se detiene para observar el mapa. La habitación 115 debería estar en el mismo pasillo, casi al final.

Sin perder más tiempo, emprende rumbo a ella, tratando de mantener su mente completamente positiva. Sin embargo, hay un detalle que no le hace sentido en lo absoluto; si Sunbin está aquí para una revisión rápida, ¿por qué la dejaron hospitalizada? Tal vez se golpeó la cabeza al desmayarse, pero en el peor de los casos iba a permanecer en urgencias algunas horas.

O al menos eso era lo que sabía por experiencias cercanas.

Ha estado tan sumergido en sus propios pensamientos que olvidó por completo revisar los números de las habitaciones. Voltea rápidamente a ver si va en la dirección correcta, sintiéndose aliviado al notar que está junto a la habitación número 110.

111, 112, 113, 114 y finalmente, llega a la 115.

Hay dos chicos fuera de la habitación, uno de cabello negro y largo, el otro de cabellos castaños. Ambos son altos, miden casi lo mismo el uno con el otro.

Pero lo que le preocupa es que el de cabello castaño tiene los ojos rojizos, al parecer ha estado llorando. Y si están aquí por la misma razón que él, eso no le da muy buena espina que digamos.

—Perdonen, pero, ¿vienen a ver a Sunbin? —pregunta, tímido, llamando la atención de los dos.

—Sí, ¿por qué? —le responde el de cabello largo.

Ah, que alivio, creí que me había equivocado de habitación —trata de esbozar una sonrisa, pero ellos dos lucen tan tristes y desanimados que no está seguro de que sea el mejor momento para sonrisas —¿Saben si Sunbin está bien?

La única respuesta que obtiene es a ambos encogiéndose de hombros. Al parecer las cosas no pintan nada bien y eso le aterra.

Repentinamente la puerta se abre, dejando ver a dos enfermeras con un pequeño carrito lleno de varios instrumentos médicos, como jeringas, pastillas y frascos. ¿Por qué hay tantas cosas para un simple desmayo?

—¿Podemos entrar a verla? —pregunta el de pelo largo a una de las recién salidas. Ella asiente y los dos chicos hacen ingreso a la habitación.

Por alguna razón, Seungmin está asustado. Tiene a las dos enfermeras que acaban de estar con Sunbin enfrente y no es capaz de abrir la boca para preguntar si ella está bien, si tiene alguna lesión, si se fracturó algo. Y así, ambas se van, dejándolo con las palabras en la punta de la lengua.

Seungmin se sienta en las sillas donde los chicos estaban sentados recién. Su corazón late acelerado porque está muy nervioso, no tiene idea de qué ocurre y la curiosidad lo mata.

Quince minutos ha estado esperando fuera de esa habitación, hasta que finalmente los dos chicos han salido

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Quince minutos ha estado esperando fuera de esa habitación, hasta que finalmente los dos chicos han salido.

—¿Sunbin está bien? —pregunta, poniéndose de pie.

Ninguno de los dos luce muy contento que digamos, es más, parecen estar incluso más tristes a cuando entraron. ¿Qué demonios estaba pasando?

—Sí, está bien dentro de lo que cabe —responde el pelinegro.

¿Dentro de lo que cabe? Se pregunta mentalmente.

—Disculpa, ¿puedo saber tu nombre? —la pregunta del castaño lo desconcierta un poco, pero en realidad le parece lógica.

—Me llamo Kim Seungmin, ¿y ustedes?

—Yang JeongIn, y mi amigo se llama Hwang Hyunjin. Un placer.

—Lo mismo digo.

Entre tanta amargura, aquella presentación ha sido un poco reconfortante para los tres.

—Oye, Seungmin, Sunbin está algo cansada ahora porque le pusieron unos sedantes y eso. Tal vez deberías volver más tarde o mañana, ella realmente quiere verte pero dudo que pueda hacerlo estando tan dopada.

Si Hyunjin le dice aquello, en un tono tan serio, se siente en la obligación de obedecer. Si Sunbin la está pasando mal, preferiría regresar cuando ella se sienta de ánimos para recibirlo.

Y, en base a las conclusiones que sacó en el tiempo que estuvo esperando, no está muy seguro de poder afrontar la realidad. Al menos no por el momento. Siente que va a necesitar un par de horas o días para poder hacerle frente a lo que sea que tiene Sunbin.

—Sí, creo que volveré más tarde —informa, agachando ligeramente su cabeza.

—Sí, creo que volveré más tarde —informa, agachando ligeramente su cabeza

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coffee • kim seungminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora