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Seungmin no se atrevió a pisar el hospital hasta el día siguiente, pues necesitó muchas horas reflexionando para poder mentalizarse de que cualquier cosa que Sunbin le confesara no le afectaría

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Seungmin no se atrevió a pisar el hospital hasta el día siguiente, pues necesitó muchas horas reflexionando para poder mentalizarse de que cualquier cosa que Sunbin le confesara no le afectaría.

Estaba listo para escucharla y saber qué estaba ocurriendo realmente.

Así que, luego de haber recorrido todo el hospital, ha llegado a la habitación 115. Se posiciona frente a la puerta, inhala una gran cantidad de aire y exhala, tratando de relajarse. Llama a la puerta antes de abrir, y cuando recibe la indicación de Sunbin de ingresar, acata la orden.

—Hola —saluda Seungmin, sonriente, con la finalidad de ocultar su nerviosismo.

Le sorprende ver a Sunbin en una camilla, sonriendo débilmente y con tantas máquinas cerca de su cama. Solo cuando ve aquello es cuando comprende que no fue un simple desmayo.

—Hyunjin, un amigo, me dijo que estuviste aquí ayer, pero no le creí —confiesa ella entre risas.

—Bueno, de hecho vine, pero él me dijo que estabas algo cansada así que decidí venir hoy para ver cómo seguías —se sienta en el pequeño sillón junto a la camilla —¿Sabes cuando te darán el alta?

Sunbin niega, frunciendo sus labios. Aquellos labios que siempre lucen una bella sonrisa, pero que hoy están apagados, entristecidos. Es la primera vez que la ve tan abrumada, y tiene una justa razón para estarlo.

—Sunbin, ¿Te trajeron solo por un desmayo? —la interrogada niega otra vez, asustando cada vez más a Seungmin —Mira, yo sé que apenas nos conocemos, pero estoy muy preocupado por ti.

—Tengo esclerosis lateral amiotrofica* —el corazón de Seungmin se ha detenido y su respiración se vuelve débil, para rápidamente acelerarse. Sabía perfectamente de que trataba esa enfermedad —Me la detectaron hace cuatro años, fue muy repentino pero por más que se intentara hacer algo no tiene cura, en algún momento me va a matar y los médicos dicen que ya estoy en mis últimos meses.

La garganta se le cierra, y le duele, pero no quiere llorar, al menos no frente a ella. ¿Cómo es posible que alguien tan dulce como Sunbin cargue con esa enfermedad maldita? No puede creerlo, se niega completamente a creer que Sunbin va a morir pronto.

—¿Recuerdas cuando te dije que odiaba estudiar? —continúa —En realidad te mentí. Amo los estudios, me encantaría haber continuado estudiando luego de salir de la escuela, pero no habría tenido sentido alguno. Siempre quise ser doctora, pero no me iba a servir de nada entrar a la carrera, porque ni siquiera podría terminar el primer año.

La voz de Sunbin se quiebra en las últimas palabras, así que Seungmin se pone de pie para sentarse en la camilla. Ella no merece ser víctima de esa enfermedad, no lo merecía. Es tan joven, tan linda, tan amable, ¿por qué el mundo era tan injusto?

—Lamento no haberte preparado un café esta mañana, y la de ayer —aquel comentario logra hacerlos sonreír entre tanta amargura —Desearía poder seguir yendo a la cafetería, pero no estoy segura de si podré mantenerme en pie.

—¿Por qué dices eso?

—En algún punto iba a perder la movilidad de mis piernas, y cuando me desmayé el otro día fue porque no podía sentirlas. Creo que no podré volver a caminar.

Si Seungmin ya estaba mal por la confesión, ahora estaba peor. Sunbin literalmente bailaba de alegría mientras preparaba las bebidas en la cafetería, daba pequeños brincos y siempre se desplazaba con sus pies a cualquier rincón de la cafetería, ¿Y de la noche a la mañana iba a perder aquella movilidad?

El mundo era injusto.

—Me habría encantado conocerte antes, tal vez podríamos haber tenido más tiempo para... conocernos, valga la redundancia.

—Sunbin, no hables como si estuvieras a punto de morir. Aún te queda tiempo, aprovechemos ese tiempo para conocernos, ¿sí?

Aunque Sunbin sonríe, sus ojos no dejan de desprender un sin fin de saladas lágrimas.

—Vendré cada día a verte y esta vez yo te traeré las cosas que te gustan, algún dulce o alguna bebida. Prometo que te haré feliz, aún si solo tenemos un par de meses.

Sonaba como una declaración de amor desesperada, Seungmin era consciente de ello, pero quería expresarle a Sunbin todo lo que su corazoncito casi roto estaba sintiendo en ese preciso instante.

—¿Lo prometes? —pregunta Sunbin, con su voz llorosa.

—Lo prometo.

*Esclerosis lateral amiotrofica: Enfermedad del sistema nervioso que debilita los músculos y afecta las funciones físicas

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*Esclerosis lateral amiotrofica: Enfermedad del sistema nervioso que debilita los músculos y afecta las funciones físicas.

En esta enfermedad, las células nerviosas se degradan, lo que reduce la funcionalidad en los músculos con los que se conectan. Se desconoce la causa

Con el tiempo, las personas con ELA pierden progresivamente la capacidad de desenvolverse o cuidarse. La muerte a menudo ocurre al cabo de 3 a 5 años después del diagnóstico. Aproximadamente 1 de cada 4 personas sobrevive por más de 5 años después del diagnóstico.

coffee • kim seungminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora