𝐜𝐨𝐟𝐟𝐞𝐞 | Aquella barista invadió su corazón violentamente, y lo abandonó de la misma forma.
• capítulos cortos.
• ligeramente cliché.
inicio: 2021/07/19
fin: 2021/09/19
20210903 #2 en #kimseungmin
▪︎hyxxssss
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Seungmin abandona la universidad, agotado y sintiendo que su cuerpo pesa como si cargara con tres personas sobre su espalda. Lo único que le sigue motivando para ir a sus clases diarias, es que al finalizar, podrá ir al hospital a visitar a Sunbin.
El clima ha cambiado drásticamente, pues de pronto pequeños copos blancos de nieve descienden del oscuro cielo invernal. Seungmin no puede evitar sonreír, pensando que Sunbin debe estar tratando de convencer a los enfermeros de que la lleven a la ventana para poder ver la nieve caer.
Y ahora que está pensando en su casi novia, revisa la hora, leyendo que son las seis de la tarde, por lo que está dentro del horario de visitas para ir a verla.
Pero antes de hacerlo, se dirige a una pequeña tienda para realizar un par de compras. Un pequeño chocolate, una bolsa de gomitas de frambuesa y dos jugos de caja. Solo en eso, ha gastado lo último que le quedaba del dinero que su mamá le envía semanalmente.
No pierde más tiempo y tras dar un largo suspiro, emprende rumbo hacia aquel centro de salud. Es extraño, porque es la primera vez desde que hospitalizaron a Sunbin que siente que tal vez no debería ir a verla. Es como si algo en su interior le dijera que se detenga, que espere un poco.
Pero, ¿esperar qué? No tarda mucho en averiguarlo.
Su teléfono celular vibra en su bolsillo trasero y la música que estaba escuchando se corta para dar espacio a que su tono de llamada suene a través de sus audífonos. Saca el dispositivo y revisa la pantalla para saber quién interrumpe su momento musical.
"Hyunjin"
Es entonces cuando su mundo se derrumba sin siquiera oír lo que Hyunjin tiene que decirle, porque ya sabe de qué se trata el llamado.
De cualquier manera contesta para quitarse de encima las sospechas.
—Sunbin falleció —su garganta se cierra al instante y su corazón pareciera haber dejado de latir. Se niega a creerlo, simplemente no puede asimilar lo que acaban de informarle —El velorio será mañana y pasado será el funeral.
—Gracias por decirme —responde como puede, tratando de que no se le note en la voz su incontrolable llanto.
Apenas corta la llamada, se queda en su lugar, observando la bolsa de gomitas de frambuesa que acababa de comprarle a Sunbin. Algunos copos de nieve caen sobre esta y aquello solo hace que el sentimiento de amargura sea peor. No sabe qué hacer o decir, siente como si se acabaran de llevar una parte de su alma.
Está destrozado, y puede verse reflejado en cada sollozo que estremece su débil cuerpo.
Como puede, se dirige a una pequeña banca ubicada cerca de donde está de pie. Se sienta ahí, secando las lágrimas que ruedan por sus pómulos, mientras observa la blanca nieve pintar las calles de aquel barrio.
Es entonces cuando cae en cuenta de que el deseo de Sunbin logró cumplirse; ha nevado pocos minutos después de su fallecimiento. Al menos sabe que se ha ido en paz, como ella había querido. Solo por ello, Seungmin logra sonreír escasos segundos, para prontamente largarse a llorar con desesperación.
No quiere ver la nieve, no quiere pensar que Sunbin realmente se ha ido.
No logra entender por qué se fue tan de pronto, cuando solo dos días atrás había logrado ponerse de pie y caminar con él. Sunbin estaba mejorando, podría haberse recuperado, pero ¿por qué entonces ya no estaba?
Hay tantas cosas que le quedaron por decir, tantos momentos que pudieron haber pasado juntos, tantas emociones que les faltaron por descubrir. Ni siquiera había alcanzado a despedirse como se debía, lo último que le dijo la tarde anterior fue "te veo mañana, te quiero".
Sunbin se había ido, y Seungmin nunca pudo decirle que gracias a ella había encontrado una nueva motivación para seguir yendo a la universidad; nunca pudo decirle que gracias a ella se había hecho fanático del arte del café y que durante sus tardes libres le gustaba preparar aquella bebida; nunca pudo decirle que se había convertido en su persona favorita.
Sunbin se había ido y Seungmin nunca pudo beber un último latte de vainilla preparado por sus majestuosas manos.
Seungmin nunca pudo decirle a Sunbin que la amaba. Y ahora ya no podría hacerlo nunca.
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