coffee • kim seungmin

08

Seungmin camina tranquilo, con las manos escondidas en los bolsillos de su chaqueta, mientras siente el aire otoñal chocar con su rostro. En un par de semanas tiene que rendir algunos exámenes, pero no está nervioso en lo absoluto, al contrario, se siente tan relajado que incluso él está sorprendido de ello.

Hace un año, en estas mismas fechas, estaba estudiando como un loco, ni siquiera se detenía en su camino a la universidad por un café y solo pensaba que necesitaba sacar la mejor calificación para pasar el semestre. Pero ahora era diferente. ¿Y por qué era diferente? Pues porque al fin había aclarado sus sentimientos.

Luego de una larga conversación con su hermana mayor respecto a lo que estaba sintiendo por Sunbin, habían llegado a esa conclusión; le gustaba, y mucho.

Así que, Kim Seungmin ha llegado a la cafetería donde Jung Sunbin trabaja. Pero tras abrir la puerta, descubre que ella no está.

No tarda ni dos segundos en tomar su teléfono celular para enviarle un mensaje, preocupado por su repentina inasistencia. Hace una semana ella le había escrito para comentarle que faltaría por tres días, pero ahora no tenía ningún mensaje donde se le informara de aquello.

**

Jung Sunbin

Heey, ¿no
viniste hoy?:o
8:40 A.M.

¿Está todo
bien?
8:40 A.M.

**

Fue inútil. Ninguno de los dos mensajes había sido entregado al número de Sunbin, y eso era extraño. En estos días que llevaban conversando por mensajes, había descubierto que ella era una persona que siempre tenía el teléfono cargado y con acceso a internet.

Algo andaba mal, podía sentirlo.

Así que la mejor manera de descubrir qué ocurría era preguntarle a alguno de los compañeros de Sunbin si tenían noticias de ella. Para su fortuna, reconoce a un chico que el día anterior estaba atendiendo en las mesas.

—Disculpa —le llama y, una vez obtiene su atención, continúa —¿Sabes si Sunbin está bien? Le escribí un par de veces pero no le llegan los mensajes.

—Bueno... —el nerviosismo que se ve en el rostro del chico es tan evidente que le aterra —Ayer Sunbin se desmayó cuando fue a buscar algunos suministros a la bodega y al parecer no estaba muy bien, la llevaron al hospital.

De todas las respuestas que Seungmin formuló mentalmente, ninguna se acercaba a esto. ¿Por qué Sunbin se había desmayado? ¿Por qué la llevaron al hospital por un simple desmayo? Tenía tantas preguntas en estos momentos que no podía pensar con mucha claridad.

—¿Sabes en qué hospital está?

—Sí, es el hospital que está a... ¿cuatro calles? Más o menos.

—Genial, muchas gracias.

Seungmin no lo dudó y salió de la cafetería para dirigirse al hospital indicado. Los estudios en la universidad podían esperar.

Avanzó entre las calles, asustado y repitiéndose mentalmente una y otra vez que Sunbin estaba bien, que la habían llevado al hospital por cuestión de seguridad y que al final no sería nada grave.

En cuanto pone un pie dentro del hospital su corazón se detiene. Los olores de los hospitales suelen ser tan abrumadores y hostigantes, detesta tener que entrar a cualquier centro de salud por lo mismo. Sin embargo, hoy tiene una razón para estar ahí.

Se acerca al mostrador y una de las enfermeras le enseña una sonrisa de oreja a oreja.

—Hola, buenos días, me dijeron que Jung Sunbin estaba en este hospital. La trajeron ayer por un desmayo.

La misma enfermera, sin decirle nada, teclea algunas letras en la computadora frente a ella y frunce el ceño, acercándose a la pantalla.

—Está en el tercer piso, en la habitación número 115.

—Muchas gracias.

Cuando la vaya a ver, Sunbin va a estar alistando sus cosas para irse... Estoy seguro de que todo va a estar bien.