Celebración

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-¡Wei Wuxian esta muerto!- exclamaban en la secta Jin, todos aplaudían y gritaban de felicidad, el enemigo había muerto. En aquella reunión que mejor regalo sería para el primogénito del futuro líder de secta, que la paz para el resto de los cultivadores.

Todos los presentes se quedaron sorprendidos, aquella muchedumbre de cultivadores de la secta jin emitían ruidos y palabras que nadie podía creer que fueran reales, el patriarca de yilling, el invencible wei wuxian había muerto y a mano de aquellos cultivadores de bajo rango, como podía ser posible, pensaron. Bufandose de su celebración.

- ¿a.... a que te refieres?- Meng yao el hombre que jamás dejaba de sonreír, por primera vez se le vio pálido, sorprendido, pero más que todo impresionado. Quien lo diría, si hubiera sido tan fácil desde el principio poder ser reconocido solo por matar a alguien, ya lo habría hecho desde el comienzo se dijo a sí mismo. No puede ser, tenian que arruinarlo, todo, todo está arruinado, maldita sea. Pensó Meng Yao mientras apretaba sus puños dentro de su tunica, no debía perder cara ahora, debía estar tranquilo para calmar a la multitud que se encontraba dentro.

- A-xian- Yanli se desplomó en el suelo mientras era sostenida por Jiang Cheng. Cayó en pleno shock, le faltaba la respiración, no podía creerlo, se negaba a aceptarlo, su hermano, su querido hermano con el que había crecido y protegido toda su vida había fallecido. Peor aún, lo habían asesinado, y por si fuera poco lo había hecho la que se hacía llamar su nueva familia. Con todos aquellos pensamientos en mente perdió la conciencia, se había desmayado en pleno acto.

Jiang Cheng no podía creerlo, dentro de él se encontraba sentimientos muy profundos y desorientados, por una parte quería que el se fuera, que pagará por todo lo que había hecho. Sin embargo, aún quedaba dentro de él, algo que le decía que Wei  wuxian seguía siendo el hermano con el que había crecido, el que siempre se quedaba con él y le daba aliento para ser un gran líder de secta.

Horas antes...........

Los tumulos funerarios se encontraban en un estado de felicidad y paz, por primera vez todos estaban tranquilos, habían cosechado una gran cantidad de nabos para poder venderlos en el mercado y las primeras flores de loto que había plantado wei wuxian empezaban a brotar, todos reían al compás de los ruidos que hacía A-yuan mientras corría a los brazos de Wei Ying, estaban jugando a las atrapadas.

-mamá está muy arreglado hoy- decía mientras emitía una sonrisa en todo su rostro, desde que había acogido al pequeño como su hijo, no se separaba de él, era incluso más querido por el niño que su propia familia de sangre.

- así es, mamá irá a ver a su familia, ¿cuidaras a la abuela por mi? - la anciana empezó a caminar hacia Wei Wuxian para que pudiera salir a su acontecimiento, le encanta a pasar tiempo con su nieto. Después de todo era el único niño vivo que quedaba de su familia.

- joven amo wei- Wen ning iba corriendo detrás de él, apenas lo alcanzó empezó a limpiarse las ropas por la tierra que lo había alcanzado al correr.

- ¿Wen ning? Pensé que nunca llegarías. Debemos irnos ahora, si queremos llegar a tiempo - ambos se despidieron de los Wen mientras iban de salida, sin embargo alguien los esperaba en la entrada de los tumulos.

Wen Qing se encontraba con los brazos cruzados y los labios fruncidos parecía molesta por algo, tanto wei wuxian como wen ning se quedaron desconcertados pensando en que se les había olvidado hacer para que se encontrara aquella dama tan enfadada.

- wei wuxian.... ¿Estas seguro que no es una trampa? - a pesar de la relación poco cariñosa que ambos demostraban a los extraños, era solamente una farsa, todos en los tumulos funerarios e incluido el mismo wei wuxian sabían que wen qing le tenía un cariño enorme, a pesar de que ella lo negara.

Melodia De AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora