El Pequeño Mo Xuan Yu Parte I

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—¡es un varón! Te di un heredero.... Te lo di a ti... Es... Es nuestro... Me lo prometiste estaríamos juntos ambos si yo... —

Negando con la cabeza jin guangshan suspiro mientras volvía a atarse sus túnicas exteriores, aquella visita había sido un error nuevamente, en sus adentros pensaba que debía sólo decir lo de siempre, aquella frase que todos escuchaban.

"regresare por ti...."

—regresaré por ti y por mi hijo, los llevaré a ambos a lanling jin, cuando nazca.... Estará junto a mi como un discípulo más, es lo único que puedo ofrecerte y lo sabes bien... — inclinándose a dejar un beso en la frente de aquella mujer ella solo asintió mientras besaba su mano. Quizá incluso si un hijo de la familia Mo llegaba lejos hasta una de las secta prominentes hará que tenga respeto... Incluso como una simple concubina.

—después de todo.... El no es un bastardo ... — dijo jin guangshan en un susurro mientras seguía su camino hacia la salida de aquella habitación.

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—¡eres extraño! ¡Aléjate de mi! —gritaba un niño con algo de sobrepeso de la casa de los Mo, este era el primo de Mo Xuan Yu.. Quien después de un tiempo se dio a conocer en la familia que era hijo de un gran cultivador, del cual su nombre para ellos era conocido, pero para otros sólo era un cultivador con gran renombre.

—A-yu.... Ven con mamá.... Ven— dijo aquella doncella mientras sostenía unas flores en sus manos. Tomando al pequeño en brazos le limpio el rostro con un pañuelo de seda mientras le daba un beso en la mejilla.

—mama...mami...ellos dicen que me veo raro.... Me llaman fenómeno... Pero... Yo solo quiero ser igual de lindo como mami...—decia entre sollozos el pequeño cubierto con el rostro de harina y una que otra flor en el cabello, mientras comía un poco de fresas que había untado en sus labios.

Dando un suspiro aquella mujer sólo miró con desdén a aquellos pequeños, desde que su pequeño niño había nacido todos le habían dicho que era extraño incluso la primera vez que lo vieron, lo que ocasionó que se convirtiera en una madre sobre protectora con su hijo en especial el, quien era el único niño que les ayudaría a tener una oportunidad para ser reconocidos como una secta más.

—la la..... Lala.... La.... Laaaalaaaa..... En una pequeña aldea se hallaba un niño, de nombre xuanyu.... El pequeño soñaba ser lindo como una flor... Algún día seria mas lindo que una orquídea y más valioso que la luz del sol... —cantaba aquella melodiosa voz, el cariño de una madre era tan fuerte que hasta podía romper montañas y muros, podría incluso escalar la montaña más alta para proteger a su pequeño hijo.... Una madre decian, más a las espaldas de cualquiera, una interesada susurraban. Quien diría que una mujer tan buena y bondadosa al final solo caería en los rumores, aquella canción sonaba junto a los cantos de las aves mientras era acompañada en aquella habitación. La madre de Mo Xuan Yu cuidaba y críaba a su pequeño en aquella habitación, no dejaba que lo tocará ni su hermana, puesto a que quería que no se tocará su valor, aquel núcleo que se formaba en su interior.

Los Mo decían que Mo xuan Yu sería su salvación, más su madre al final lo abandono. Los cantos y melodías sesaron y las aves se callaron, la habitación fue cambiando de dueño, hasta que el joven hijo de la hermana creció y golpeó al pequeño xuan Yu mientras su madre moría.

—¡nunca serás nadie! ¡Tu núcleo dorado es insignificante! ¡Te olvidaron, incluso ni tu propia madre te quiere por eso agoniza!— los gritos en aquel patio se escuchaban, Mo Xuan Yu de 10 años de edad solo arrancaba flores del jardín, aun tenía harina en el rostro, no escuchaba nada y tarareaba aquella canción que su madre le cantaba.

—la la..... Lala.... La.... Laaaalaaaa..... En una pequeña aldea se hallaba un niño, de nombre xuanyu.... El pequeño soñaba ser lindo como una flor... Algún día seria mas lindo que una orquídea y más valioso que la luz del sol... —una sonrisa se posaba en sus mejillas mientras veía aquellas flores. Después de unos momentos salió un grito que ensordecio toda la villa Mo, una mujer con túnicas blancas y el cabello suelto se hallaba caminando por los pasillos mientras lloraba, todos corrían detrás de ella, más no la podía calmar. Ella con tristeza gritaba a los cielos en busca de ayuda para su corazón roto, sin embargo los cielos no escucharon ni la ayuda venia en camino.

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