Al entrar al salón todos nos dieron una profunda reverencia y junto a mi padre nos dirigimos al trono en el cual el comenzó a hablar.
—Les agradesco a todos por venir el día de hoy, en esta ocasión celebraremos un año mas de la creación de nuestro imperio, quiero agradecer a la princesa Ariadna ya que ella fue la encargada de realizar este evento, y al ver su maravillosa organización se que Aleria quedará en buenas manos en el futuro, sin nada mas que decir espero que todos disfruten de este día tan importante. Después de sus palabras el ambiente se torno festivo, así que me aleje del trono para hablar con otras personas me encontraba conversando con algunos jóvenes nobles y al fondo del salon pude ver un cabello rojo muy familiar, sin evitarlo Sonreí.
-Alteza ¿Que la tiene tan feliz?
-Nada simplemente...encontré un nuevo juguete.-Finalmente nos vemos madrastra.
En el instante en que la vi decidí poner en marcha mi plan.
—Fue una agradable charla pero recordé que debo encontrarme con alguien—les dije a los jóvenes que me acompañaban.
—No se preocupe princesa, espero que tengamos la oportunidad de reunirnos mas seguido—me respondió una de las señoritas.
—Claro que nos reuniremos, por favor esperen una invitación muy pronto.—con eso dicho me despedí de ellos y fui hacia donde estaba Rosalia, ella tenía un vestido completamente rojo junto a un muy apretado corset— wow es la primera vez que veo un cabello rojo tan intenso—le dije con una voz dulce en cuanto me acerque, ella al darse cuenta que era yo quien le hablaba me dio una reverencia.
—Gloria a la estrella de aleria, que su salud repose en las manos de la diosa, soy la condesa Rosalia Mergen a su servicio.
—Gusto en conocerla, condesa y permitame darle mi mas sentido pésame por la muerte de su esposo el conde Mergen.
—Muchas gracias, pero ya a pasado bastante tiempo desde eso y ya lo e superado—...que gran mentira, su esposo había muerto hace solo un mes, se supone que las viudas deben guardar luto un mínimo de tres meses es por su actitud que durante un tiempo hubo el rumor de que Rosalia habia envenenado a su propio esposo.— y le agradesco el comentario sobre mi cabello
—no debe agradecer ya que es la verdad es un rojo tan hermoso, creo que usted es la única persona en este imperio que se ve tan hermosa con ese color— después de todo es el color que usan las prostitutas,tuve que controlarme para no decir eso.
—Me halaga princesa—ella se veía bastante avergonzada aunque se que es una fachada, lo mas probable es que después comienze a presumir que la estuve halagando.—Pero...no soy la única mujer con este color de cabello, tengo una hija quien también lo posee.
—¿una hija? ¿Vino con usted?—pregunte haciendo todo lo posible por sonar curiosa.
—Asi es, su nombre es Fresia, y no a venido conmigo, ella es un año menor que usted, así que todavía no hace su debut en la sociedad.
—Oh...es una lastima—dije con un tono triste—me hubiera gustado conocerla...imaginó que tampoco podre invitarla...
—¿Invitarla?
—Dentro de un mes realizare una fiesta de té, invitare a muchas jóvenes nobles de mi edad que ya hallan hecho su debut...en cuanto dijo que tenia una hija pensé en invitarla pero veo que no se va a poder...
—Oh...—Rosalia se veía contrariada, su objetivo es ser la mujer mas importante del imperio y para eso necesita estar en la familia real, debe estar pensando en como hacer que su hija y yo nos acerquemos—pero...¿No podría haber una forma de que mi hija asista?...pienso que al estar con jóvenes que ya debutaron podrían ayudarla con sus consejos y la experiencia que ya tienen.
—mmm creo que seria una buena idea...pero los jóvenes no deben estar solos...ya se hagamos esto, yo las invitare a usted y a su hija pero como es una reunión de jóvenes le dare a usted un permiso especial para que pueda recorrer los jardines del palacio Grandidierite , incluso pondré a algunas sirvientas a su disposición por si quiere tomar el té.
—¿De verdad haría eso?
—Por supuesto, ya que tengo muchas ganas de conocer a su hija.
—Entonces para mi y mi hija sera un honor.
—Bien, pronto enviare la invitacion, eso si para la fiesta debe llevar un vestido color celeste, el diseño no importa mientras cumpla la regla del color—termine de decir con una sonrisa y pude ver como puso una ligera mueca, es obvio ya que por algún motivo a Fresia no le gusta el celeste.
—Esta bien, le diré a mi hija...—continuamos hablando unos minutos hasta que me despedí de ella y fui a tomar aire, de verdad su presencia es asquerosa...no se como pude soportar estar tanto tiempo hablando con esa mujer...Pero debo soportarlo por el bien de mi venganza...
—Ariadna ¿Que haces aquí sola?—cuando me di la vuelta pude ver a mi padre observando me fijamente.
—Padre, necesitaba un poco de aire fresco.
—Entiendo, quiero felicitarte la fiesta es realmente maravillosa, realmente pusiste todo tu empeño en hacerla increíble.
—Me alegra que allá sido de tu agrado.
—Realmente estoy orgulloso de ti, así que Princesa Ariadna ¿Me permitiría esta pieza?—me pregunto mientras estiraba su mano hacia mi, sin dudarlo la tome.
—Sera un honor, Majestad—el rápidamente nos guió hasta el centro del salón y bailamos, ya ni siquiera recordaba cual fue la ultima vez que habíamos bailado asi, me sentía feliz y por un momento olvide todo lo que pasaba por mi mente, simplemente disfrute del momento.
Cuando termino la fiesta me encontraba agotada, después de bailar con mi padre muchos jóvenes me pidieron bailar y no pude rechazarlos, así que ahora estoy en mi habitación sin los zapatos pero con los pies completamente adoloridos.
—Princesa
—¿Ocurre algo Rita?
—Ya hemos terminado lo que pidió y...tengo malas noticias.
—¿Faltan algunas joyas?
—...yo no diría “algunas". Aquí tengo un informe detallado, pero en resumen faltan diez pulseras, veinte anillos, treinta y cinco collares, cinco vestidos y dos cuadros los cuales eran los favoritos de la difunta emperatriz— enojada no alcanzaba a definirme, le di un rápido vistazo al informe...esto era mas de lo que pensaba...
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La princesa que regreso al pasado
Fantasíami único pecado fue caer en depresión, no fue mi culpa haber sido vulnerable, no fue mi culpa no aceptarlas, no fue mi culpa su muerte, pero las haré pagar por todo lo que me hicieron y esta vez si será mi culpa. Esta es una historia original. Todos...