—¿Te puedo preguntar algo?
—Suéltalo —le dije acariciando su espalda mientras ella se acurrucaba más contra mi.
—¿Crees que soy rara? —apostaba que su ceño estaba fruncido.
—Si. Eres rara. Y las personas raras son las más hermosas. Y yo tengo a mi lado a la persona más hermosa del mundo.
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Relatos
RomancePequeños relatos de situaciones imaginarias de mi loca cabeza. En fin, de todo un poquito. Atte: La autora.