Relatos

10. No me opondré a esa decisión

—¿¡Por qué hiciste eso!? —le grito persiguiéndolo.

—¡Eso no te importa! —abre la puerta de la terraza.

—¡Oh, claro que me importa! —cierro tras de mí de un portazo—, ¡me arruinaste la cita con Harry!

—¡Oh, vamos!, ¡solo quiere jugar contigo!

—¡Ese no es tu maldito problema!

—¡Claro que lo es, eres mi amiga!

—¡Deja de decir que lo haces por esa razón porque no es verdad! —esas palabras hacen que detenga sus pasos hacia el balcón, se voltee y me mire.

—¿De qué mierda hablas?

Tomo aire y camino hacia él, quedando frente a frente y con la cabeza echada para atrás para poder mirarlo.

—Sabes perfectamente de qué hablo, ambos lo sabemos —su rostro parece confundido.

—¿Qué...?

—Estás enamorado de mi, ¿no es así?

Sus ojos se abren de sorpresa.

—¿Cómo...?, ¿p-por qué piensas...?

—¿Es verdad o no? —su cuerpo está tenso, clara señal de que está nervioso.

—¿Fue Hale, verdad?, no deberías creerle, sabes que ella inventa cada cosa...

—Oh, no, de eso nada —lo detengo—, no me cambies de tema.

Al verse acorralado y al darse cuenta de que no cederé fácilmente, suspira derrotado.

—No estoy enamorado... —empieza a decir pero no es la respuesta que quiero, sé que no está siendo sincero.

—¿Y qué quieres conmigo?

Esa pregunta lo toma por sorpresa.

—¿Eh?

—Que qué quieres conmigo.

—¿A qué te refieres...?

—A que tú no haces cosas porque sí, no es común que cada vez que te cuente que me gusta alguien te pongas raro, molesto, o que me hagas escenas de celos cada que llegaba de una cita —admito por fin acercándome más a él, si no fuera por Hale, la verdad nunca me habría dado cuenta—. así que, si no estás enamorado de mi, ¿qué quieres exactamente? —pregunto mirándolo a los ojos.

Sus ojos bajan un momento a mis labios y estos se entre abren, haciendo que sus pupilas se dilaten y adquieran un brillo particular.

Al ver que no obtengo respuesta, doy un paso atrás, algo estúpida y decepcionada. ¿Cómo podría haber pensado que estaba enamorado de mi? Hale y yo nos habíamos equivocado, pero había algo dentro de mi que tenía la esperanza de que mis sentimientos sean correspondidos. Había salido a varias citas, lo había intentado con otros chicos, incluso traté de meterme en la cabeza que en verdad me gustaba Harry, pero no era así. Harry no era Tyler y... Tyler no puede compararse con nadie más, nadie podrá hacerme sentir como él lo hace, nadie podrá entenderme como él y nadie en el mundo lo amará tanto como lo amo a él.

—Ni siquiera sabes lo que quieres —susurro antes de dar media vuelta e ir directo a la puerta para salir de allí. Cuando estoy a punto de tomar el pomo y girarlo, su voz me detiene.

—Te quiero a ti —mi mano queda a medio camino del pomo, mi corazón da un vuelco, mi determinación para salir se esfuma y creo que estoy a punto de tener un ataque.

Oigo sus pasos acercándose pero no me giro para mirarlo. Su mano se cierra sobre mi antebrazo y me voltea, dándome cuenta de que ahora estamos muy cerca, tanto que puedo sentir su aliento mentolado rozar mis labios. Sus manos se posan en mi cintura y sus pulgares me acarician, estremeciéndome. Hunde su cabeza en mi cuello, haciendo rozar su fría nariz y dejando besos mientras cierro los ojos disfrutando su cercanía.

Cuando siento que se aleja abro los ojos, lo encuentro mirándome fijamente antes de que me tome desprevenida estampando sus labios en los míos pero le correspondo al instante. Es un beso feroz, brusco, deseoso. Jadeo cuando se aleja pero es cuando me vuelve a besar con más ímpetu, haciendo chocar mi espalda contra la puerta y me agarra de los muslos alzándome. Enrosco mis piernas a su cintura y hundo mis manos en su cabello. Sus manos toman mi cintura por debajo del polo que llevo puesto y el frío que tienen hace que suelte un pequeño gemido sobre su boca.

Vuelve a alejarse de mi, su respiración es irregular y apuesto a que estoy peor.

—¿Qué... —jadea— qué significa esto?

—No lo sé —admito jadeando—, pero... quiero intentarlo —lo miro.

—No me opondré a esa decisión —sonríe y vuelve a besarme, mientras siento que podría decirse que es la mejor noche de mi vida.