ERES SOLO MIA

CAPITULO 36: MI RAZON DE SER (PARTE 2)

-vaya que eras muy diferente antes, me sorprende que te doblegaras solo por alguien- Glimmer miraba fijamente a la rubia a quien le dio toda su atención, comprendiendo todo lo que vivió para saber cómo llego a ser quien es

-Adora... yo... lo lamento, debió ser difícil entregarte a alguien de esa forma- el rostro de compasión de Bow entristeciéndose por lo que paso la rubia

-no te disculpes... tú no tienes por qué hacerlo... pero- volviendo a presionar sus puños- aun no termino...- frunciendo el ceño

-hay más... ¿cierto? – la preocupación en la mujer de pelo rosado creció al oír esas palabras

-si... por desgracia... si- el pulso de la joven de acelero, el enojo y la tristeza se comenzaron a mesclar

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En la escuela secundaria transcurría la última clases del día, todos los presentes no veían la hora en que por fin terminaría su encierro, pero de entre todos los alumnos de aquel salón, una joven llevaba dentro de sí un conflicto de no saber si cumplir con su promesa o salir huyendo del colegio, inesperadamente el sonido de la última campanada del día anuncio a todo el mundo el fin de la clases por el día de hoy, ese sonido el cual había escuchado por bastante tiempo causo una reacción diferente en ella, los nervios la carcomían, su corazón de dejaba de latir con desenfreno, al ser la última en salir del aula el deseo instintivo de correr surgió en ella, al estar por bajar las escaleras una voz la llamo

-Adora-

La mencionada volteo hacia la dirección de esa voz conocida por ella, su respiración se equiparo al ritmo de su corazón, su "novia" se acercó a ella de manera muy normal, al estar cerca la primera acción de la pelinegra fue robarle un beso a la rubia, no obstante, el beso para Adora no le transmitía los mismos sentimientos que antes, había temor y desconfianza en este, algo inexplicable le decía que debía huir de allí, al romper el beso el rostro de la más alta era de coquetería o tal vez de arrogancia

- ¿nos vamos princesa? - sonriéndoles traviesamente a la rubia

-yo... yo... sobre eso...- un nudo en la garganta le impedía hablar con claridad, el pánico no la dejaba actuar

-bien... en ese caso, andando amor- tomándola de la cintura ambas iniciaron a caminar

Durante el trayecto hacia la casa de la mujer de cabello negro el recorrido fue en completo silencio y tenso, los nervios jamás desaparecieron en la chica de ojos celestes, pese a los fuertes deseos de que cualquier cosa ocurriera para evitar llegar al hogar de Octavia fue en vano, las dos ya había llegado al lugar, al adentrarse a la vivienda el ambiente era mucho más tenso que al principio, para sorpresa de Adora fue ver como la joven de la casa fue directo hacia un cuarto sin decir algo, dejándola parada en la sala como si nada

- "veamos..."- sacando de su bolsillo su teléfono celular- "grabar y lo pondré... aquí"- dejando su teléfono en su librero quedando un poco escondido- así verán que lo hice- soltando una leve carcajada

Regresando a la sala donde había dejado a su pareja esperando, miro como esta se notaba a kilómetros lo nerviosa que estaba, acercándose a ella velozmente tomándola de la muñeca llevándola casi a arrastras a su habitación, al cerrar la puerta tras ellas la forma en que comenzó todo fue brusca y desesperada, había momentos en que Adora le dolían los movimientos de Octavia, pese a ello la rubia decidió seguir adelante pues así demostraría que realmente amaba a su pareja, hasta el punto de hacer esto aunque en el fondo no estaba de acuerdo