Dᴏʙʟᴇ ᴅᴇ Aᴍᴏʀ

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Me encontraba en el área de entrenamiento junto a Tanjiro, pues debía practicar mis habilidades con la nichirin. Pero estaba tan inmerso en el movimiento de esta, que no me percaté del hombre que venía corriendo hacia nosotros; no fue hasta que el de cabellos burdeos me dio un leve golpe en el hombro, que pude salir de mi estado de trance.

-Huh, Tanjiro ¿qué sucede? -volteé para observarlo junto a un hombre de cabellos oscuros y mirada seria -¿Tomioka-san qué hace usted aquí?

-Shinobu estaba haciendo unos experimentos y tuvimos unos cuántos percances.

-¿Pero todos se encuentran bien? -el que habló esta vez fue Tanjiro.

-Sí, no te preocupes. Pero verán, ellos no paraban de llamaros, así que debeis venir conmigo.

Acto seguido, Tomioka-san se dispuso a volver sobre sus pasos, cuyos conducían al interior de la finca mariposa. Tanjiro y yo no tuvimos más remedio que seguirle en silencio y con varias preguntas rondando por nuestras mentes.
¿Ellos? ¿A qué se refería con eso? ¿Y qué tipo de experimento llevaron acabo que ahora necesitaban nuestra ayuda?

Todos nuestras dudas disiparon al adentrarnos en la habitación donde se encontraban Shinobu, Rengoku-san, Uzui-san y..

-¡Es-Espera un momento! ¿¡Por qué hay dos Rengoku-san?! -el grito de Tanjiro fue el que de nuevo me devolvió a la realidad.

-No puede ser..no..estoy soñando, ¿verdad? -traté de retroceder, pero algo se interpuso en mi camino; mejor dicho, alguien. Cuando me detuve para descubrir quien era el que me había privado de escapar de aquella habitación, no pude quedar más anonadado -Uzui-san..pero si usted estaba allá hace un momento -volví a ver hacia donde este se encontraba y ahí permanecía aquel hombre de mirada orgullosa.

No puedo recordar muy bien lo que pasó a continuación de aquella inesperada aparición, pues probablemente me desmayara después de tal sorpresa.

Ahora me encontraba en una habitación, la cual no era mía, por lo que aún somnoliento me dispuse a observar a mi alrededor, encontrándome con aquel hombre de cabellos grisáceos otra vez.

-¿Uzui-san..? ¿Por qué estoy aquí..? -me incorporé en la cama y levemente froté mis ojos para poder ver mejor.

-Te desmayaste, por lo que te traje a una de las habitaciones de la finca mariposa.

-Sabe, tuve un sueño extraño..-reí levemente ante tal estúpida ensoñación -Habían dos de usted.

-No fue un sueño -estaba seguro de que aquellas palabras procedían de Uzui-san, pero este en ningún momento abrió la boca. Por lo que dirigí mi mirada hacia la procedencia de aquella voz.

-No puede..

-Si que puede ser -fui interrumpido por el hombre que anteriormente había hablado -No me acordaba de que fueras tan adorable~ -añadió junto con una pícara sonrisa.

-Déjalo en paz Tengen -esta vez habló el otro Uzui-san.

-Acaso no estarás celoso, ¿verdad? -ambos Uzui comenzaron a discutir y yo no podía encontrarme más perdido en aquella discusión, pues ya no podía distinguir a cada uno si no fuera porque uno se veía más joven que el contrario.

-¡Esperad un momento! -grité antes de que alguno de los dos o ambos acabaran heridos.

Al obtener la atención de ambos hombres, el rubio se quedó perplejo sin saber que decir o hacer, por lo que un leve sonrojo se adueñó de sus mejillas -Deberíais calmaros un poco..

-Como diga mi rayito de sol -el más joven de los dos le guiñó un ojo haciendo sonrojar al menor, acto frente al cual dejó escapar un leve gruñido el mayor de los Uzui.

Oɴᴇ-Sʜᴏᴛs [UᴢᴜZᴇɴ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora