Quince

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Apenas llegó a la aldea, la cual ya no era la misma que recordaba debido a que la ubicación había sido cambiada corrió hacia los brazos de su madre.

Somi lo abrazó contenta de por fin tener a su cachorro con ella.

Desgraciadamente, su felicidad no pudo ser completa al contemplar el estado en el que venía Wonwoo. Era claro que había llorado, tenía la carita hinchada, su olor era agrio y amargo signo de tristeza, y lo más grave de todo, era la marca que llevaba en el cuello.

Antes de siquiera preguntar que era todo lo que ocurría, ambos se dirigieron a su nueva casa siendo seguidos por Woosik.

Por mucho que Wonwoo quisiera pasar más tiempo con ellos, su cuerpo estaba agotado, además, no tenía demasiadas ganas de escuchar a su padre maldecir a Mingyu por haberlo alejado de ellos, así que fue mejor tomar lugar en la cama que le asignaron, siendo acompañado por su madre.

-Necesitamos hablar. -Murmuró con voz suave la rubia mujer, al igual que él, era omega.

-No quiero hacerlo mamá.

-Es importante que lo hagamos. -hizo que se acostara mientras ella acariciaba los suaves cabellos azabaches. -Han pasado muchas cosas, pero sobre todo debemos hablar de ti.

El omega dio un largo suspiro, conteniendo las ganas de llorar. Aunque le fue imposible, sollozó al recordar todo lo que había pasado hacia algunas horas.

-Lo único que sé es que ustedes están vivos, y que me enamoré del hombre equivocado mamá. -lloró desconsoladamente mientras le contaba a su madre todo lo que había vivido desde aquella noche en la que les habían atacado.

Habló de absolutamente todo, incluyendo lo mal que se sentía en estos momentos al saber que Mingyu le engañó y utilizó.

-Hace apenas unos días terminó mi celo, y en él me hizo una marca temporal. -la voz del omega ya no se encontraba tan desestabilizada, pero seguía sintiéndose igual o peor, las horas lejos de Mingyu eran una tortura aunque no lo quisiera.

Somi estaba consternada al oír todo lo que pasó su cachorro, sobre todo, con lo último de la marca. Sin importar lo que aquel alfa le hizo a Wonwoo, lastimosamente él exigiría por su pareja al no tenerlo cerca.

Eso solo significaba sufrimiento para el azabache.

-Mi pequeño. -lo abrazó más fuerte para consolarlo. -Tu padre hizo bien en ir por ti, sé que al principio dolerá estar lejos de él, pero ya verás que es lo mejor. No merece ninguna de tus lágrimas.

Wonwoo dudaba que realmente fuera así. Aunque le doliera la forma en la que Mingyu le mintió, tampoco podía evitar extrañarlo, querer salir corriendo de allí solo para estar entre los brazos de su alfa. Si esto era así apenas en unas horas, no quería ni imaginarse lo que le esperaba con el tiempo. Los recuerdos y el anhelo de Mingyu le matarían lentamente de tristeza.

Ojalá se pudiera dejar de amar a alguien de un día para otro.

Mientras seguían charlando, Woosik llegó a la habitación, entrando sin permiso.

-Deberías dejar de llorar e ir a ver a Im. -dictaminó con autoridad mientras cruzaba sus brazos y veía a Wonwoo con desdén. -Él podrá borrarte esa asquerosa marca que llevas en el cuello.

Definitivamente Wonwoo no había extrañado lo agrio que podría llegar a ser Woosik.

-Se eliminará sola, no tengo porque recurrir a Im ni a ningún otro alfa. -declaró con seriedad. Contradictoriamente a lo que se supone debía sentir, todo lo que quería era proteger esa marca, era lo único que le quedaba de la felicidad que le fue arrebatada este día.

Just Let Me Love You - meanie - adaptaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora