Cuatro

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Algunas personas que habían tenido la oportunidad de conocer a Wonwoo, se mostraron amables, otras no tanto, pero lo importante es que no llegaban a molestarlo.

La primera vez que le vieron, se corrió todo el rumor de lo hermoso que era. Y no lo decían en mala manera, de verdad así lo veían.

A pesar de las circunstancias, había logrado también, entablar una relación amistosa con la familia de Nayeon, Hansol y extrañamente también con Soonyoung, mismo que al parecer tenía muchas cosas en común con él. Jeongyeon, se mostró muy entusiasmada en tratar de conocerle, además, su pequeña hija lo acogió de inmediato de forma cariñosa como parte la manada. Najeong era muy selectiva en sus amistades, por ende, todos se mostraron sorprendidos ante la aceptación de la niña con el castaño.

A decir verdad, la llegada de Wonwoo provocó reacciones que hasta el momento no se habían visto en la aldea, por ejemplo, las y los omegas celosos y territoriales, viéndolo como una amenaza al pensar que el híbrido de tigre podría quitarles a sus alfas, y aunque éstos no negaban lo bello que era, nadie se atrevía a meterse con él, sobre todo, por el fuerte aroma de Mingyu impregnando en su cuerpo, evidenciando que nadie debía acercarse más de la cuenta.

Justo por eso, salieron ciertas habladurías mal intencionadas: lo tacharon de oportunista, llegando a afirmar que Wonwoo se dejaba utilizar como un objeto sexual por Mingyu para que le dejara vivir con él, obteniendo así, la oportunidad de emparejarse y pasar a ser su líder.

Al castaño, lejos de molestarle, solo le daba gracia. Si él quería, bien podría hacer todo eso y más. Era conocedor de lo muy atractivo que era, no le costaría nada hacerlo, sin embargo, no les daría el gusto. Al contrario, con el tiempo, les demostraría que además de ser bonito, era de igual manera muy astuto e inteligente.

Y algo le decía que el mejor momento estaba por llegar.

Se encontraba en el área de cultivo, -kilómetros de terreno con sembradíos de varios alimentos vegetales-, lugar donde veía enormes deficiencias en cuanto a la productividad y la forma de trabajo empleada ahí.

No dudó en decirle esos detalles al moreno.

-No pensé que sabrías sobre estas cosas.-Comentó el alfa al escucharlo.

-Estudié y aprendí mucho cuando pude, solo que nunca logré ponerlo en práctica, mi manada era reacia a aceptar ideas de omegas, pero veo que aquí es diferente.

-No me gusta menospreciar las capacidades de nadie, así que te escucharé en cualquier cosa que recomiendes, si es lo suficientemente bueno, se hará. -concedió.

- ¿Incluso si los demás no están de acuerdo en que me meta en estas cosas?-cruzó los brazos sobre su pecho.

-Ellos confían en mi, saben que trataré de tomar la mejor decisión posible. Además, siempre estamos abiertos a nuevas posibilidades. - le hizo saber mientras iban caminando por los alrededores. El omega se sorprendía de la maravillosa vista que proporcionaba el lugar.

-Te aseguro que será la mejor decisión que hayas tomado en años. -por primera vez le sonrió contento, brillando con orgullo como solo él podía, y Mingyu se deleito de aquella acción. -Te prometo encontrar la manera para que todo esto, -Señaló el enorme terreno-no sólo tenga buena cantidad, sino también calidad.

-Estaré ansioso de ver los resultados. - habló entusiasmado, apreciando el compromiso del castaño, pero sobre todo, el verlo más animado en contraste a como había llegado. - ¿Y como debería pagarte? No quiero que pienses que me estoy aprovechando de ti.

-No quiero nada, ya haces suficiente dejándome estar aquí, compartiendo tu casa conmigo, más bien, lo que voy a hacer, sería el pago por lo que tú haces por mí. - explicó, tranquilo.

Just Let Me Love You - meanie - adaptaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora