Capítulo 11: Deal With The Devil

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Después de haber invocado a Kangwoo y decirle que sí tomaría su puesto como Rey, Yoongi volvió al apartamento de Seokjin.

Ahí estaba, solo, bebiendo hasta dejar vacías cada una de las botellas del club nocturno, deseando que el alcohol en ellas hiciera algún efecto en él y minimizara lo jodidamente miserable que se sentía.

En vano fue tanto tiempo y esfuerzo en que trató de impedir, lo que sin duda estaba seguro era, un destino inevitable.

Maldecía porque lo único bueno que obtuvo fue el poder conocer a Jimin, y ahora no podía estar con él.

Frustrado, lanzó contra el anaquel la botella vacía que sostenía, quebrando esta y varias más.

—¿Qué es todo ese escándalo? —Seokjin apareció tras las puertas del elevador, al ver el desastre de botellas destrozadas, se acercó al causante de ello— ¿Yoongi? ¿Te pasa algo?

—Voy a ser Rey. —dijo en una voz apenas audible.

—¿Qué?

—¡Tomaré la estúpida corona como todos querían! —gritó exasperado.

Seokjin le dio una mirada confundida.

—¿Qué hay de Taehyung? ¿Lo encontraste?

—Olvídate de él —respondió a la defensiva—. El único que puede gobernar soy yo.

—¿Y qué pasará con Jimin?

Un dolor punzante recorrió el pecho de Yoongi al escuchar aquella pregunta.

Qué sería del demonio sin la presencia de su humano de cabellos rubios y preciosas mejillas sonrosadas. Cómo podría continuar su existencia sin los besos, la tierna mirada, la alegría y el cariño de Jimin.

La respuesta era clara, le esperaba una eternidad bastante lamentable.

—Él estará bien sin mí, pero, necesito que tú lo protejas. No puedo permitir que algo malo le pase.

—¿Yo? Pero... —Seokjin quería negarse, titubeó al ver el dolor en los ojos del pelinegro, no pudo, él mismo sabía lo que era querer proteger bajo cualquier costo a quien amaba, maldita sea, por esa razón estaba en el mundo humano; aceptó convencido— Claro, cuenta conmigo, aunque no será gratis.

Yoongi esbozó una ligera sonrisa, a pesar de lo mucho que le lastimaba dejar a Jimin, al menos lo dejaba en buenas manos.

—Pensabas irte sin decirme nada...

Ambos demonios se giraron hacia la conocida voz.

El rubio humano estaba ahí parado, con los puños apretados y la cabeza baja. Lo escuchó todo.

—¡Oye! —Kihyun y los amigos de Jimin llegaron corriendo detrás de él— ¿Por qué no nos esperaste?

—¡Vas a abandonarme después de que prometiste volver! —exclamó el rubio, dándole una mirada herida a Yoongi— ¿Por qué? 

—Yo... solo trataba de hacer las cosas más fáciles y menos dolorosas para ambos. —se aproximó al humano intentando tomar las manos de este, mas, Jimin se apartó de golpe.

—¿Menos dolorosas? —rió con amargura— Yoongi, te irías al Infierno para nunca volver, dejándome atrás, justo cuando yo... —no pudo continuar, las ganas de llorar lo derrotaron— No pensaste en cómo me sentiría.

—Perdóname...

El demonio sintió todo el peso de la culpa recaer en él, fue un egoísta, concentrándose en su propio dolor, no tuvo en cuenta el que Jimin tendría, y peor, porque rompió no solo la promesa de volver pronto, si no que también, la que se hizo a sí mismo de protegerlo.

—Yoongi, es... estás llorando —mencionó Kihyun impresionado, y comentó para sí—. Es la primera vez que veo a un demonio llorar.

El pelinegro negros tocó sus mejillas, estaban húmedas.

—Eh... Jimin... ¿qué querías decir con eso de que tu novio se irá al Infierno? —habló confundido Taewoo— Era en sentido figurado, ¿no?

—¿Y por qué su amigo dijo que es la primera vez que ve llorar a un demonio? —continuó Jaeyoung, estaba aturdido y molesto. Al principio creyó que era una broma, sin embargo, el ambiente resultaba muy serio para serlo, quería reclamarles, pero, un rostro extrañamente familiar lo detuvo— Oye, yo te conozco. —se dirigió al de cabellos castaños.

Antes de que pudiera seguir hablando, Seokjin susurró unas cuantas palabras en latín, logrando que Namjoon apareciera ante él y asustando a los dos humanos.

—Duermelos.

Namjoon no tenía idea de lo que pasaba, mas, al ver de quién se trataba, obedeció de inmediato, acercándose a los chicos y con un tan solo recitar un conjuro, ellos cayeron en un profundo sueño.

—Mis amigos estarán bien, ¿verdad? —Jimin preguntó, su voz aún quebrada por el llanto. Al ver a Seokjin asentir, se sintió aliviado— ¿Cuándo te irás? —cuestionó a Yoongi, sin mirarlo.

—Mañana, es el día de la coronación.

Un silencio profundo se instaló en el aire.

Yoongi observó a su alrededor, Kihyun estaba ahí, quieto, contemplando la escena; Seokjin y Namjoon habían acostado a los amigos de Jimin en los sillones del club, y también lo miraban expectantes.

—Llévame contigo.

Yoongi volteó hacia el rubio, estupefacto. Ni en momentos como ese Jimin dejaba de sorprenderlo.

—No, aunque quiera no puedo hacerlo.

—¿Por qué no?

—Eres un humano, no hay ninguna forma de llevarte al Infierno y que puedas quedarte ahí conmigo.

La mirada decepcionada de Jimin provocó en Yoongi dolor; deseaba tanto ser capaz de mantenerlo a su lado.

—Claro que hay una forma —un demonio de cabellera rojiza se hizo presente, atrayendo toda la atención, él les sonrió de forma traviesa—. Debes hacer un trato con el Diablo. 















A LOVER FROM HELL. ➸yoonminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora