Venganza siniestra

🌺 CAPITULO 40🌺

Aquellos jóvenes habían llegado ya a una pequeña cabaña que se encontraba a las afueras de la ciudad, la cabaña se veía abandonada y que no había sido habitada en bastante tiempo, el auto se detuvo y ambos bajaron para acercarse a la cabaña, el mayor de ambos sacó una llave de su pantalón y abrió la puerta para después entrar seguido por aquel joven de cabello azul, al entrar un sentimiento de nostalgia invadió al mayor de ambos ya que al estar en aquella cabaña le vino a la mente aquellos bellos momentos que había pasado durante su infancia junto a su hermano que ahora ya no estaba
-ire por las maletas-habló el menor de ambos comenzando a caminar hacia la salida pero fue detenido por el contrario sujetandolo de su brazo
-ire yo, tu revisa que hay en la cocina Milo-habló el mayor de ambos comenzando a caminar hacia la puerta y salir de ahí para dirigirse a su coche, el menor asintio y comenzó a recorrer la cabaña para encontrar la cocina, una vez la encontró entró y un olor a podrido inundaba sus fosas nasales, Milo camino hasta la nevera y la abrió encontrándose con un poco de fruta que ya se encontraba en un estado de descomposición, la cerro y camino hasta un estante donde lo abrió y sólo encontró algo de comida enlatada la tomó y revisó y alguna que otra ya se encontraba caducada, dejo la comida que aún servía sobre la barra y caminó hasta un pequeño lavavo en donde abrió la llave y comenzó a salir lodo por esta poco a poco el agua comenzó a salir limpia y Milo solamente cerró la llave con una nueva de desagrado en su rostro, camino hasta la salida de la cocina pero se detuvo al notar una puerta que posiblemente daba a una habitación de la cabaña, se acercó y tomó el picaporte pero fue detenido por la voz de aquel peliazul
-No entres ahi- dijo el mayor de ambos acercándose a él y tomarlo del brazo
-Kanon me lastimas- dijo Milo tratando de safarse del agarre del mayor
-No entres ahí entendiste!- dijo Kanon para luego soltarlo y comenzar a caminar hacia la parte de arriba de la cabaña, Milo se quedó ahí en la cocina y comenzó a tratar de limpiar ahí ya que si estaría viviendo ahi quería tener todo limpio, aunque él sabía que no estaría ahí por mucho tiempo ya que al estar solo con Kanon podría completar su venganza.

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Los dos jóvenes habían llegado a la casa de los hermanos Gemeos al llegar derribaron la puerta principal y entraron con sus armas en mano acompañados por otros policías entraron a la casa con sumo cuidado y el de cabellera rubia dividió a los policías para que unos subirana la parte de arriba y revisaran acompañados por su compañero de piel morena y cabello azulado, el de cabello rubio comenzó a caminar hacia la cocina pero no había señales de nadie, comenzó a caminar hacia el baño de abajo hasta que un policía lo llamó
-Señor por aquí hay algo que tiene que ver- habló el policía y el de una ceja se acercó hasta donde se encontraba el policía y entró a una habitación que parecía ser una oficina, al entrar notó un gran charco de sangre proveniente de la parte trasera de aquel escritorio, se acercó lentamente y se detuvo en seco al mirar el cuerpo del mayor de los hermanos Gemeos en suelo con una bala en su cabeza y un arma en su mano, el unicejo se acercó a el y solamente movió la cabeza
-Que le pasó?- preguntó el piel morena
-Al parecer se suicidio- respondió el rubio -Y Kanon?- cuestionó el detective
-No hay señal de el ni de Milo en ninguna parte, al parecer huyeron- respondió el de piel morena mirando al unicejo quien solo se giro con algo de molestia en su rostro
-Mierda!- dijo el detective sobando su cien
-Tranquilo Rhadamanthys ya aparecerá, por ahora llevemos esto - hablo el de piel morena mirando al rubio
-Esta bien Deuteros, llamen al forense que se encargue de esto- dijo señalando el cuerpo de Saga y comenzó a caminar hacia la salida de la habitación seguido por el de piel morena, camino hasta su auto y se detuvo
-a dónde vas Rhadamanthys?- cuestionó Deuteros
- Aún hay un asunto pendiente que tengo que resolver- dijo y subió a su auto para marcharse del lugar.

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Aquélla pesadilla lo había dejado algo inquieto pues a pesar de que era repetitiva aún no podía superar el hecho de que su hermano aún estaba desaparecido, se puso de pie y comenzó a caminar hacia la cocina para prepararse un té ya que eso era lo único que lo relajaba, se encontraba ya en la cocina cuando el sonido del teléfono lo hizo ponerse en alerta se acerca lentamente hacia el teléfono y lo tomó para contestar, lo levanto y la voz de una mujer se hizo presente.

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Hola Aquí les traigo el capítulo 40 esperando como siempre que les guste y lo disfruten ya está muy pronto el final así que las cosas ya se pondrán más intensas