Pidgey, Eevee y Froakie estaban recuperados y, como ya habían tenido suficiente entrenamiento, Sam había decidido dirigirse directamente al gimnasio de Ciudad Novarte.
Los tres estaban muy nerviosos, pero Sam el primero, ya que no quería decepcionar a sus pokemon.-¿Listo, Sam?-le preguntó Diana-Han pasado uno pocos años desde que recorrí Kalos y, sinceramente, fue la mejor experiencia que tuve en mi vida.
-Estoy nervioso, pero confío en mis pokemon y en su entrenamiento.
Todos estaban descansando en sus pokeball mientras que Diane y Sam caminaban tranquilamente hacia el gimnasio. Diane confiaba en su compañero de viaje. Había visto a la perfección lo buen entrenador que podía llegar a ser, así que estaba convencida de que iba a ganar su primera medalla.
Gardevoir caminaba a su lado, llamando la atención a los habitantes, que estaban acostumbrados únicamente a ver entrenadores novatos con pokemon en sus estados iniciales, por lo que ver a ese poderoso pokemon psíquico y hada les resultaba sorprendente.
Finalmente, llegaron a un gran edificio que, según los carteles, además de ser el gimnasio local, era un exposición de fotografías realizadas por la líder.
-Mola... La líder también es fotógrafa-silbó Sam sorprendido.
-Y una muy buena-respondió una voz a su espalda.
Los dos se giraron y vieron a Violeta, con su cámara preparada y cuatro fotos en sus manos, dedicándoles a los dos una deslumbrante sonrisa.
-Vine a traeros las fotos, dos copias, y de paso defender mi gimnasio-explicó-Soy Violeta, líder del gimnasio de Ciudad Novarte.
Sam no podía creerlo, ya había conocido a la líder de gimnasio.
En verdad se la esperaba más parecida a los Kahunas de Alola, que tenían aspectos variopintos, mientras que Violeta aparentaba ser una chica normal y corriente.-Tomad vuestras fotos. Os espero dentro del gimnasio.
Los dos las aceptaron, mirándolas sorprendidos de lo buenas que eran, mientras la líder entraba en su gimnasio.
El lugar, por dentro, tal y como cabía esperar de una exposición fotográfica. Era un lugar repleto de fotografías, todas ellas de pokemon en estado salvaje, siendo estas unas fotos de increíble calidad.
-Violeta, tus fotos son increíbles-dijo Diana sorprendida-Esa foto de Gardevoir esta genialmente tomada. Ni siquiera podría tomar yo esa foto de mi querida compañera.
-Gracias, Diana, pero aquí solo hay una fracción de mi trabajo. Me especializo en tomar fotos de los pokemon tipo bicho-explicó Violeta-Bueno, luego podréis admirar la exposición... Habéis venido a por una medalla de gimnasio, ¿no?
Los dos asintieron y fueron guiados al interior del edificio, acabando en un gran campo de batalla, rodeado de árboles por todas partes y con un chico, de más o menos la edad de Sam, de pelo azul y uniforme verde y blanco.
Eso le hizo suponer a Sam que iba a hacer de árbitro.Sam y Violeta se colocaron en sus posiciones, mientras que Diana se sentó en las gradas.
De repente, se abrió la puerta y aparecieron Serena, Tierno, Trovato, Shauna y un chico al que Sam no conocía.
Tenía los ojos azules, pelo castaño y vestía un chándal de color azul, botas negras altas y una gorra roja, sobre la cual llevaba unas gafas de sol negras.-Parece que hemos llegado a tiempo para ver un combate...-comenzó a decir Serena, pero se calló al reconocer a Sam-¿Sammy?
-Hola Serena, chicos, nuevo... Soy Sam Kukui, encantado.
-Yo soy Kalm, viejo amigo de Serena-respondió de mala manera-He venido a por mi medalla de gimnasio, pero como llegaste antes, me quedaré a verlo.
Serena se acercó a Sam.
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Aventuras de Sam Kukui
أدب الهواةSam Kukui siempre ha querido realizar el recorrido insular, pero el Kahuna le dijo que si quería hacerlo, iba a tener que iniciar su aventura pokemon y aprender de ellos. Por ello, decide viajar a Kalos, para tener la experiencia necesario para cump...