Capitulo 9: Parte 1

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Eran las siete de la mañana cuando la alarma de Darcy comenzó a sonar, la menor despertó un poco desorientada, ya que se encontraba sobre el pecho de su hermano y con el brazo del mayor alrededor de ella. Al recordar cómo fue que terminó en esa posición sonrió, y con cuidado salió del agarre del rubio para no despertarlo.

—¡Granny! —habló sobresaltada en un susurro cuando al darse la vuelta, se encontró con Ava mirándolos desde la puerta—. Casi me matas del susto ¿Sucedió algo? —preguntó apagando el molesto sonido, no podía entender como el ojiazul no había despertado aún.

—Lo siento Di —dijo avergonzada—. Venía a decirte algo, pero cuando los vi abrazados tan pacíficos me trajo recuerdos de cuando eran niños y no pude evitar quedarme viéndolos. Parece que fue ayer cuando no podían dormir separados —rio—. Lo siento.

—No te preocupes, a mi igual me trajo recuerdos —sonrió al mismo tiempo que se levantaba—. ¿Qué venías a decirme?

—¿Qué? Oh, cierto. Hoy tienen ensayo.

—Lo se granny, pero por la tarde.

—No mi niña, ahora. Con todo lo que sucedió ayer, sus padres olvidaron decirles.

—¿Ayer? Espera ¿Escuchaste? —preguntó la castaña bajando la vista avergonzada.

—Si... Todo va a estar bien Di —la menor subió la mirada encontrándose con los ojos sinceros de la peligris—. Tengo fe de que dentro de poco todo mejorará —siguió, acercándose a la ojiverde y depositando un beso en su frente.

Un "gracias" casi inaudible salió de los labios de Darcy —Entonces ¿Tenemos ensayo? Es viernes ¿Qué pasa con e-

—Harry y Louis ya hablaron con tu instituto, no te preocupes por eso mi niña. Despierta a tu hermano antes de que se les haga tarde —finalizó la mayor dirigiéndose a la puerta.

—Esta bien, gracias granny —Ava le respondió con una sonrisa y salió de la recamara.

La castaña tomó su móvil encontrándose con varias llamadas de Steph, probablemente ya se había enterado sobre las fotos y se preocupó. Dudo en llamarla, pero como la vería en menos de dos horas decidió ignorarlas.

—Fred —habló al mismo tiempo que movía al rubio cuidadosamente para despertarlo, al no obtener respuesta de parte de éste, lo meció un poco más fuerte, pero siguió durmiendo. Se había olvidado del sueño pesado que tenía el ojiazul—. ¡Freddie!

—¿Qué? ¿Qué sucede? —preguntó somnoliento.

—Debemos ir a desayunar, llegaremos tarde al ensayo.

—¿Ensayo? Darcy ¿De qué estás hablando? El ensayo es por la tarde.

—No Freddie, es ahora. Granny acaba de avisarme, así que apresúrate que no quiero bajar sola.

—¿Piensas que siguen molestos?

—¿Tú que crees hermano? Ahora basta de preguntas absurdas y ve a cambiarte —ordenó la menor mientras quitaba las mantas que cubrían al más alto.

—¡Oye!

—¡Vamos Freddie! No quiero más problemas.

—¡Okey, okey! —exclamó dirigiéndose a la puerta.

—Tienes cinco minutos, muero de hambre —dijo Darcy antes de que el mayor desapareciera de la habitación.


...

Un par de adolescentes nerviosos llegaron al comedor de la casa donde pudieron ver a sus padres desayunando en silencio, lo que significaba que los estaban esperando para tener una charla y no creían que algo así podría salir del todo bien.

That was not the endDonde viven las historias. Descúbrelo ahora