Capitulo 5

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Darcy comenzó a llorar desde el primer segundo en el que Khai la tomó de la muñeca para sacarla de ese lugar. Se sentía como una idiota, obviamente Bear la veía como una hermana ¿En qué estaba pensando? Como si alguien como él pudiera fijarse en alguien como ella. Era una idea completamente patética, pero igual tenía ciertas esperanzas que tuvieron que haber desaparecido ni bien lo vio con la pelinegra.

—¿Qué sucedió Donny? —preguntó con tristeza la ojiazul mientras la abrazaba.

—¡Soy una idiota Khai! —exclamó entre lágrimas mientras enterraba su cabeza en el pecho de su amiga.

—Bear es el idiota aquí, no entiendo por qué tanto escandalo. Ya tienes la edad suficiente como para decidir con quién quieres estar —la mayor hizo una pausa—. Puedo entender que te vea como su hermana e intente protegerte pe-

—¡Ese es el maldito problema! No entiendo cómo pude pensar que se podía fijar en mi.

—Espera ¿Sientes cosas por Payne? —dijo una sorprendida Khai.

—Paul está fuera —avisó ignorando la pregunta de la pelinegra mientras mantenía la vista en su móvil—. Dice que la salida está repleta de paps, así que no debemos parar hasta llegar al auto y nunca despegar la vista del piso —la más baja hizo una pausa—. No entiendo como saben que estamos aquí.

—Tranquila Dars, ya te acostumbraras. Esto es solo el comienzo, ya le avise a Freddie así que mientras más rápido salgamos de aquí, más rápido llegaremos a tu casa —siguió Khai secando con su pulgar las lágrimas que bajaban por la mejilla de su amiga.

—Con respecto a Bear, yo n-

—Está bien Di, no necesito que me expliques nada, hablamos en tu casa ¿Está bien?

Darcy sonrió en forma de agradecimiento, no se creía capaz de explicar lo que estaba pasando con el castaño, estaba muy triste y confundida ¿Por qué decidió que era buena idea escuchar a Steph?

—¿Vamos? —preguntó la mayor sacándola de sus pensamientos.

La castaña solo asintió. Khai ya tenía experiencia con los paps, por lo que tomó a su amiga de la mano y la guio rápidamente al coche esquivando personas con enormes cámaras peleando por conseguir la mejor fotografía.

Durante todo el viaje Khai solo se dedicó a abrazar a la menor, ninguna se atrevió a decir una sola palabra. Luego de quince minutos de un cómodo silencio, llegaron a la casa Stylinson. Para su suerte, Darcy traía sus llaves con ella, por lo que entraron haciendo el menor ruido posible, lo peor que podría pasarle sería que uno de sus padres se despertara y tuviera que dar explicaciones que no se creía capaz de dar.

—¿Quieres hablar? —preguntó la más alta cerrando la puerta de la habitación tras ella.

—¿Y tus cosas? —devolvió la pregunta extrañada al no ver ninguna de las maletas de Khai alrededor.

—En el cuarto de huéspedes Dars.

—¿No te quieres quedar conmigo? —dijo triste.

—No es eso Di, me quedo por una semana, solo tienes una cama y no quiero que estés incómoda.

—Pero es lo suficientemente grande, Steph se queda todo el tiempo —bajó la mirada—. Al menos por hoy —rogó haciendo un puchero.

—¿Cómo me voy a negar si pones esa cara Donny? Mañana traeré mis cosas, ahora vamos a dormir, lo necesitas —respondió tomando dos pijamas del armario de Darcy y dejándolos sobre la cama.

Una vez cambiadas y desmaquilladas se acostaron quedándose dormidas a los pocos segundos. Había pasado aproximadamente una hora cuando el teléfono de Darcy sonó, retumbando en toda la habitación y despertando a las chicas de repente.

That was not the endDonde viven las historias. Descúbrelo ahora