❝ Aceptaciónes ❞

304 38 27
                                    

.
.
.

El doctor Im se aproximaba de mal humor por los pasillos del ahora casi vacío hospital. Agradecía que nadie del personal, ni siquiera sus compañeros más cercanos le preguntaran que le había sucedido en el rostro. Por qué era muy notorio que el moretón en su párpado izquierdo y su nariz con venda. Era algo vergonzoso, por que la gente comenzaba a chismear en secreto, al menos las del servicio de limpieza.

El único que preguntó por preocupación, era el joven practicante que había llegado hace poco al hospital, hablaba de Choi Youngjae. El chico que conoció en el parque donde llevó a su hijo hace una semana.

Llegó temprano como si fuese un trabajador más. Eso decía mucho de él, le hacía ver responsable y madrugador. Aparte de que llegó aseado y con buena presentación. Además lo que le hacía resaltar más entre otros enfermeros era su grande sonrisa cálida.

Hace unos segundos había comenzado a sangrar su nariz de nuevo, junto la hinchazón de su ojo. Obedeciendo a los ruegos del chico a que podía checarle y cambiarle la venda de la nariz. Aceptó y dejó que lo hiciera.

Se sentó en la silla de su escritorio, dejándose hacer y relajándose en cierta forma por que las manos delicadas del omega le sanaban el rostro.

— No es por ser chismoso.. Pero.. ¿Se peleó con alguien doctor Im?

Im suspiro, pasando la toalla fría a su ojo dejarla reposar ahí. — Si, para que te miento.

— ¿Y con quién? ¿Un luchador acaso?

Jaebeom se rio, negando con una sonrisa leve. — No, nada de eso.

— ¿Entonces? Mire como le dejó aquel tipo.

El alfa asintió, dándole la razón. — Si, mi padre resuelve las cosas conmigo a golpes.

Youngjae se heló al oír eso, abriendo los ojos. Sorprendido y confundido por la confesión de que había sido el padre del doctor. — ¿Como-.. Dijo?

— Me lo merecía.

El omega no parecía entender, negando inmediatamente a su respuesta. Miró a los ojos al doctor, mostrándole que estaba preocupado. — ¿Cómo dice eso, doctor Im?

— Mira seré honesto contigo, por qué creo que eres un chico sano y sin maldad. — se sinceró. — Tal vez me taches del peor alfa después de que te lo diga y no confíes en mi nunca más, pero necesito desahogarme con alguien que no diga que estuvo bien mi acción.

— Yo no soy nadie para juzgarlo, doctor Im. Y si hizo algo terrible, se que eso no lo define, por que usted me ayudó cuando le dije que no tenía donde hacer mis practicas, y eso es significó mucho para mis estudios.

Jaebeom asintió, sonriendo por qué el chico también lo hacía. Era muy agradable, tanto que ya temía perderlo por lo que le confesaría. Tocó su cabeza y tomó aire preparándose.

— La otra vez, tuve una discusión con mi esposa.

Las mejillas de Youngjae se sonrojaron, quedando desconcertado, casi se podía decir decepcionado. — ¿Tiene esposa?

— Si, solo es mi esposa. No mi omega.

— Entiendo.

El alfa cerró los ojos y continuó. — La golpeé en medio de esa discusión.

El practicante nuevamente se sorprendió, quedándose silencioso por tal hecho contado. No quiso decir nada hasta que terminará.

— Lo hice por que agotó mi paciencia. — bufo. — No lo había hecho antes, pero cruzó una línea que no debió. El meterse con mi omega.

Special ; 𝖩𝗂𝗇𝗌𝗈𝗇 : PausadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora