1.- Mi ser

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Un año antes
16 de Agosto de 2006
Rose
Acabo de despertarme, estoy en mi casa y de repente huelo ese olor que despierta algo en mí y entonces pienso que siempre voy a tener esa sensación de vacío dentro de mí.

Haga lo que haga, vea lo que vea, coma lo que coma, siempre tengo esa sensación. Sé que a mucha gente le parecerá extraño pero para mí es lo normal. Lo único que hace que sienta algo es ver sangre, siento placer.

Cuando veo sangre, cuando huelo ese olor, me entran ganas de más. Más sangre, más de todo.

La primera vez que me di cuenta fue a los 6 años.

Mamá me dijo - Cariño, porque no me ayudas a cocinar.

- Vale, ahora voy - cuando bajé las escaleras, vi un conejo muerto encima del banco de la cocina. Se ve que mi padre lo había cazado. En el momento que vi la sangre del conejo mi cabeza hizo click y cuando me di cuenta estaba descuartizando al conejo.

Ella me dijo - ¿Qué estás haciendo, hija? - en el momento que la miré me di cuenta, tenía un serio problema.

"Hay mucha gente como tú", eso me dijo mi psiquiatra. Pero yo pienso que no es verdad, que yo soy única y que nadie me va a superar.

Mis padres me internaron en un psiquiátrico después de lo que pasó. Me sentía sola, pero a la vez me alegraba. Tenía 7 años cuando me internaron pero aun así, yo ya sabía que era más lista que los demás.
Me sacaron del psiquiátrico a los 11 años ya que pensaban que yo podía ser peligrosa para los otros internos.

***

Ahora tengo 17 años y vivo en Canadá, en el pequeño pueblo de Baie-Saint-Paul, Quebec. Me encanta mi pueblo y por supuesto tengo a mi mejor amiga Bella. Ella sabe de mi problema, pero me ayuda tanto como puede. Es de las mejores personas que he conocido en mi vida, con ella lo hago todo.

Estoy en la semana de exámenes y estoy agotada. Me voy a casa después de la preparatoria, directamente. Cuando llego a casa, subo las escaleras y me meto en mi cuarto. Estoy agotada así que me pongo a buscar a ver que libro puedo leer pero entonces alguien llama a la puerta.

- ¿Toc, toc?
- ¿Si? - no sabía quien podía ser.
- No sé, tú sabrás.. - no, él no podía ser. Mi mejor amigo, vive en Australia y desde hace 6 años que no lo veía. - ¡Oh, cuanto te he echado de menos Dane!
- ¡Pero ábreme! - uy si.
- Ya qvoy - cuando le abrí, madre del amor hermoso, este no es mi mejor amigo. Este es el tío más guapo y bueno que he visto hasta ahora (la mayoría son de películas). ¡Cuánto ha cambiado! Espero verme así de guapa algún día.
- ¡Hola!
- ¡Hola! - Dios, que guapo...
- ¿Qué te cuentas?
- Nada interesante la verdad. ¿Y tú? Por lo que veo has cambiado mucho - ¿Cómo puedo decirle que está guapo sin parecer una mirona? De repente una sonrisa pícara se formó en sus labios. Esos labios carnosos y rojos que de pequeña me habría gustado probar.
Céntrate Rose por favor.
- ¿Qué? Estoy guapo o algo parecido porque por lo visto no paras de mirarme con cara de embobada. - noté como la sangre subía hasta mis mejillas, empecé a tocarme el pelo para disimular un poco y esconder mi sonrojada cara. No podía con esto, es mi mejor amigo nada más. Eso os lo puedo asegurar.

Se tumbó en mi cama poniendo sus brazos detrás de su cabeza, lo que hizo que se le marcaran esos musculosos brazos que no sé cómo había conseguido. Oh Dios, dame paciencia y cabeza para no tirarme encima de él por favor.

Lo que no vesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora