°Capítulo 5°

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                    Solo un trato
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Emma miraba a la pequeña azabache leyendo tranquilamente alado de ella, cuando tenia una duda de alguna palabra se la preguntaba a Emma o lo intentaba razonar como podía.

La puerta de la habitación se abrió de golpe —¡Buenos días señoritas!— Una rubia sonriente canturreo al entrar a la habitación

— ¡Tia Gillian! —la menor sonrió haciendo que la rubia sonría contenta, y mirara a Emma con desprecio.

La menor se bajo dejando el libro en la cama y abrazo a la rubia quien la recibió y la cargo haciendo que sonria.

— Zoe, querida escucha la Tia Gillian y... Ella — Apunto su mirada hacia Emma —Tenemos que hablar ¿nos puedes dejar un momento a solas?— cuestionó la mujer haciendo que ella asintiera y le diera un beso en su mejilla, después pidió que la bajaran y ella se vaya de ahí

— ¡Wow! ¡Lo madre te va muy bien!— el tono de sarcasmo se sintió haciendo que Emma enmarque su cejas

— Sinceramente no me va bien ese tema, pero veo que a ti si te va —Emma sonrió con el mismo tono que la rubia sonrió

Gillian solo suspiro y cambio su rostro intentando darle miedo a la pelirroja, la cual no lo logro —Eso es irremediable, Zoe es una linda pequeña, la cual te puedes enamorar fácilmente de ella. Aunque veo que estas muy cómoda sentada allí —La sonrisa burlona

—Oh... ¿Quieres sentarte? Ven tienes espacio — comentó al ver que ella asentía y se acerco sentándose en el filo de la cama

—Sabes es difícil verte y mas si estas justamente viviendo en la casa de mi jefe, bueno de nuestro jefe — aclaro viendo los ojos verdes de ella.

Gillian sonrió, se acerco a ella tomándole de su mentón y pasando sus manos tomando su mandíbula acercándola. Ambas se veían con prolijidad antes los ojos de la otra —No intentes hacer algo de que luego te puedas arrepentir —comento al mover su otra mano y tocando la herida que estaba cerca de su hombro —No pienses que soy alguien de que no puedas confiar, si quieres puedo sacarte de aquí cuando quieras, solo espero que te cures lo mas rápidos posible. Señorita pelirroja —Contesto al separarse aunque vio como su remera blanca estaba comenzando a mancharse —Oh...

La puerta se abrió de golpe siendo que ambas se vieran a la menor que solo entro a la habitación de la nada.

— ¿Por que... —la menor se le asomaron unas lágrimas por sus ojos y de la nada grito haciendo que la rubia vaya a por ella y la tomara abrazándola

Solo pasaron unos segundos y los tres varones aparecieron. Oliver tomo a la menor y se la llevo y Gillian le dictó a los otros dos que trajeran vendas y varias cosas para curar a la chica.

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Ray miraba a Oliver y a Zack entretener a la menor con los juguetes o leyendo un libro mientras que esperaba que la rubia salga de la habitación.

—Oye Ray —Oliver lo llamo haciendo que lo viera —Norman nos hablo. Nos dijo que comenzaron a buscar a la pelirroja... Dijeron que...

— ¡Ray ven rápido!— la voz de Gillian se sintió haciendo que el dejara la charla y se dirigiera con las chicas

—Oliver... No se te ocurra decirle algo sobre el trabajo de la chica — comento Zack mirando al albino quien solo suspiro

—El jefe tiene que saber Zack —Aseguró el beta —Si ella es...

Ojos Que Guardan SecretosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora