Ekaterina POV
Era domingo por la mañana, aún no quería despertar, vi mi reloj y en efecto recién eran las 9:00 am me dije a mi misma que unas horas más de sueño no venían mal, así que tranquilamente volví a cerrar mis ojitos lista para seguir durmiendo hasta que.
- ¡KATE! A desayunar ahora mismo, ya es tarde ¿qué tanto duermes? - y ese era mi lindo padre el cual llegó comiendo un pan y al cual no le gustaba que yo durmiera hasta tarde.
- 5 minutos más - le dije ocultando mi cara con el edredón.
No quería despertar, aún sentía ese cansancio de anoche, deseaba que me dejara descansar.
- bien,bien 5 minutos. - exclamó él mientras salía de mi habitación.
Sonreí e intenté volver a dormir.
Pero bueno, no podemos ser felices algunos días.
- Ekaterina, Masón te está buscando, es más esta sentado en la sala desayunando también, sabes como es tú mamá. - no pasaron ni 5 minutos cuando mi papá volvió a entrar para decirme eso.
Suspire levantándome saliendo para ir al baño, en el camino me encontré a Masón él cual me sonrió.
- Buen día Ina - río un poco al ver mi pijama por lo cual lo mire con cara de pocos amigos.
Okay, quiero mucho a mis amigos pero, señor existen cosas que no pueden interrumpir en mi vida, un ejemplo de estas es el no dejarme dormir lo suficiente.
Ya en el baño lavé mis dientes al igual que mi cara, acomode mi cabello en un gran rodete y luego de hacer pipí y lavarme las manos salí estornudando.
- ¿A eso le llamas un estornudo? Eso dio mucha pena Ekaterina. - me dijo mi hermano mientras comía de su cereal observandome.
Le tiré una de mis sandalias, y me dispuse a ir hasta Masón.
- Cielo, te quiero y todo pero ¿qué haces aquí tan temprano? Dios mío, acabas de interrumpir mis horas más preciadas. - le dije con un puchero mientras él reia y me pedía que me sentara junto a él.
- Es que, pasaron algunas cosas y te juro que me contuve en venir anoche ya que era tarde y sabia que estabas cansada y como alguien no atiende el celular se me ocurrió venir. - esto lo dijo orgulloso de si mismo como si su plan fuera de lo más increíble del mundo.
Lo observé incrédula, aunque no me sorprendía, siempre que podía venia a mi casa y como resulta que pagarse una psicóloga le sale caro aquí estoy escuchando todos sus problemas y dándole soluciones que en mi opinión no experta funcionarían y lo mejor del asunto? Gratis, su palabra favorita aparte de doritos.
- ¿por qué no me sorprende? - reí mientras mi mamá me daba un plato con mi desayuno.
- ¿porque me quieres mucho? - dijo intentando sonar convincente.
- aY te pasas. - comente tomando un pan para darle un gran mordisco.
Él me observo algo serio, pensé un poco en que podría pasar hasta que me di cuenta de lo que siempre pasaba, el gran inconveniente o bueno la persona que lo hacía volverse loco, Aliona.
Suspire mirándolo.
- ¿Ahora qué pasó con Aliona? - deje mi plato de comida a un lado para prestarle mayor atención, se que aquí todo sería un desastre de emociones por su parte.
Se quedó un rato mirando a una esquina hasta que por fin hablo conmigo.
- Lo de siempre Ina... ¿sabes? No sé porqué no te hice caso cuando me dijiste que solo me estaba ilusionando. - se rio un poco mientras volvía a su semblante triste.
Me hacía sentir mal el verlo tan mal, a ver hablemos de Aliona French.
Ella era una chica que estudiaba con nosotros desde que comenzó la secundaria, y para suerte de Masón tambien estudiaba en la misma universidad que nosotros, era el amor platónico de Masón desde que llegó, y al parecer solo lo ilusionaba para que la ayudara a hacer sus cosas de vez en cuando, Masón nunca le decía que no y eso le encantaba, estaba acostumbrada a que él llegara triste porque veía a Aliona con otros chicos y bueno ahora era porque tenía novio, me había enterado anoche y era raro que este chico no llegara en plena madrugada a tocarme la ventana.
- ¿quieres helado de chocolate? - pregunte dándole cariñitos en el cabello.
- Solo de chocolate - asintió bajando la cabeza.
Me llevé mi plato y el de él, eran las 10:30 ya no era una mala hora para comer helado, nunca lo era en verdad.
Busque el gran pote de helado de chocolate, tome dos cucharas y me fui lista para que me hiciera ver películas de amor en la sala.
- Es que, no entiendo Ina - suspiró comiendo una gran cucharada de helado.
- ¿No entiendes el que? - pregunte confundida tomando también una gran cucharada de helado.
- El porqué ella es tan linda y luego tan así, sabes que me dijo hace unos días? Que yo le gustaba Ina, le gustaba y mira ahora esta casualmente con el chico que peor me cae en toda la universidad y claro solo porque tiene dinero. - se desahogó comiendo más helado.
- La vida es así Masón, que te puedo decir, aunque sinceramente es bastante tonta, perdió a un gran candidato para novio. - seguí comiendo mi helado mientras veíamos la televisión.
- ¿Tú crees? Tal vez no sea el mejor candidato para novio, no soy lo suficientemente atractivo, no cumplo con los requisitos de las chicas ser alto y tener dinero. - dijo comiendo su helado con enojo.
- Oye, no todas las chicas pensamos así, okay ya entiendo porque te enojas cuando te digo que todos deberían ser como un personaje de libro.- le dije indignada mirándole - aparte, serias un gran novio, mírate, estás MUY guapo, eres divertido, saber dibujar, cantar y de paso eres genial escuchando aparte de que tu personalidad es increíble. - comente jalando un poco su cabello.
Él sonrió un poco.
- Creo que la única chica que piensa eso eres tú Ekaterina. - dejo salir una risita avergonzada mientras dejaba de lado el helado.
- Obvio no, muchas lo creen aparte acaso no te das cuenta de todas las chicas a las cuales tienes a tus pies? Por Dios Masón - reí tomando yo el helado, estaba bastante bueno.
Él sólo sonrió negando y haciendo un desastre mi cabello.
- Eres genial Ina.
SIIII, capítulo nuevo uwu
Que tal les va pareciendo todo?
Hoy estuve algo ocupada pero, lo prometido es deuda? :D así era no? JDJDJS no olviden dejar su estrellita, besitos para todos.SoyAuri
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Electricity | EN CORRECCIONES
Teen FictionUn domingo de amigos se transforma en una de las experiencias más extrañas e increíbles de las cuales Ekaterina podrá formar parte y es que la electricidad que corría ese día... se quedaría hasta el final.