9

1.5K 94 67
                                    


Emma

Mi semana se ha basado en ir a la universidad y luego volver a casa. Casi no he hablado con Nina porque ha estado ocupada toda la semana con exámenes y trabajos.

Agustín, a pesar de ser tan extraño y misterioso, ha comenzado a caerme bien, de hecho, hemos estado hablando todos los días. No es mucho lo que me cuenta en realidad, solamente me pregunta cómo estoy y, cómo va mi día. En una ocasión llegó a contarme que le gusta la música, pero nada más. Eso es lo único que sé de él.

Ya es viernes y, estoy en mi closet mirando que me pondré para verme con Agustín. No quiero arreglarme demasiado, así que optó por un pantalón, un top, y unos converse. Agarró mi cabello y ya estoy lista.

Me fijo en la hora, y me doy cuenta de que ya me debo ir para verme con él, así que me apresuro a salir de mi casa, ya que el bar me queda un poco lejos y ahí es donde nos vamos a encontrar.

Llego al bar después de conducir por casi una hora. Busco con la mirada a Agustín, pero no lo veo por ningún lado, así que me siento un rato a esperarlo. Después de 10 minutos al fin llega. Viene vestido como siempre, escondiendo su rostro bajo unos grandes lentes oscuros y una sudadera.

—¡Hola Emma!—me saluda con una gran sonrisa.

—Hola—le devuelvo la sonrisa.

—Pensé que no vendrías.

Al principio llegué a dudar en si vendría o no, pero luego cambié de opinión. En realidad no importa que oculte su rostro, algo me dice que es una gran persona.

—¿Y por qué no lo haría? En verdad me agradas—comento, puedo notar como vuelve a sonreír.

—¿Es enserio?—cuestiona—tú también me agradas.

—Claro que si, no entiendo porque me preguntas eso.

—Por nada—se limita a responder—en verdad te agradezco que hayas aceptado salir conmigo.

—Es un gusto—sonrío—y dime ¿Qué vamos a hacer, acosador?

—No me digas así—advierte, divertido.

—Oh no, que miedo me das acosador—recalco la palabra, para molestarlo aún más.

—Como sea—suspira—¿Te gustan los parques de diversiones?

—¡Me encantan!

—Que bien, porque para allá vamos—dice entusiasmado.

...

Ahora mismo nos dirigimos hacia el parque de diversiones; después de que tuviéramos una pequeña discusión de en cuál auto iríamos, por supuesto dije que iríamos en el mío. Agustín me agrada, pero todavía  no confío del todo en él. No me quiero arriesgar a subir al auto de un desconocido en la primera cita.

Después de conducir por un buen rato, llegamos.

—Muy bien, ¿Por dónde empezamos?—pregunta, observando las atracciones.

—Podemos ir allá primero—señalo una casa embrujada.

—Eh...ok—dice, no muy convencido.

Entramos. Lo primero que veo son personas con motosierras, para mí no es nada del otro mundo, pero Agustín parece muerto del susto. Luego aparecen zombies y él no duda en agarrar mi brazo como un niño pequeño. En todo el recorrido se la paso así, agarrado de mi brazo. Salimos y me suelta.

—¡Eso fue muy divertido!—exclamo.

—Si, claro—asiente con la cabeza, todavía asustado.

—Oh, no me digas ¿Eso te dio miedo?—pregunto con un toque divertido en mi voz.

—Claro que no, cómo crees—me dice.

—Mi brazo dice lo contrario, te la pasaste agarrado a el todo el tiempo—lo molesto.

—Pues, me descubriste, si me asusté, pero solo un poquito—confiesa, divertido.

—Lo sabía—me rio— ¿Que dices si nos subimos a la montaña rusa?

—Me parece perfecto—responde.

Subimos, pero me arrepiento un poco, siento que voy a vomitar.
Todo el tiempo estuve gritando. En verdad fue horrible.

—Eso estuvo genial—comenta, Agustín.

—Estuvo espantoso—me quejo, agarrándome el estómago—tengo la panza revuelta.

—No entiendo cómo no te asusta una casa embrujada con zombies y demonios, pero si  una indefensa montaña rusa—se ríe.

—Eso no es para tanto, es que tú eres un gallina—comento.

—Y tú eres una exagerada—bromea.

—Ok, ¿Cuál es nuestro próximo destino?

—Deberíamos ir a algún juego más relajado, ya sabes—me recomienda

—Dime a cuál.

—Vamos a la rueda de la fortuna—dice él.

—Ese es el juego más aburrido—reprocho—pero está bien, vamos.

Sonríe y, me toma del brazo, arrastrando mi cuerpo hacia la atracción. Ya estamos arriba, dónde puedo contemplar la vista de la ciudad nocturna.

Me la estoy pasando genial con él. A simple vista parece un asesino en serie, pero en verdad me sorprendió, no pensé que fuera así de divertido.

—Oye—llama mi atención y volteo para mirarlo—creo que ha llegado el momento de que te muestre mi rostro.

Dios, estoy ansiosa por saber cómo es.

Noto que él también está nervioso. Le pongo una mano en el hombro.

—Tomate tu tiempo—le digo, tratando de calmarlo.

—Ok, pero antes de mostrarte, quiero decirte que, espero me sigas tratando igual.

—Claro, ahora somos amigos ¿No? Te prometo que no lo haré—le aseguro.

Me da la espalda un segundo, yo desvío la mirada y, me quedo mirando la ciudad.

—Listo, ya puedes mirar.

Volteo y quedo perpleja ante la persona que tengo frente a mi.

No me lo puedo creer.

¡Todo este maldito tiempo he estado con Alex Turner!

Ni dora la exploradora es tan ciega como yo. Cómo no lo supe antes.

—¿Q-qué?—suelto una risa, nerviosa.

Él solo se queda mirando mi reacción.

—Perdón—me aclaro la garganta—¿Tú eres mi acosador?

—¿Sorpresa?—dice él inocentemente.

...

OMAGAA
¿Alex Turner?

Siento que me  tarde demasiado en revelar su "misteriosa" identidad. Sorry. Pero, aquí tienen.

¿Ustedes ya lo sospechaban?

Yo creo que sí lo sospechaban. JAJAJA

Díganme: ¿Que opinan?

No olvide votar si le gustó <3

M.









ACOSADOR [Alex Turner]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora