ACOSADOR [Alex Turner]

21

Alex

Nunca creí que volvería a este lugar. Se siente extraño saber que aquí viví muchos buenos momentos, y que ahora son solo recuerdos. Así es, ahora mismo me encuentro en el bar-karaoke al que solía venir siempre.

—Aquí está su cerveza —dice la mesera.

—Gracias —sonrío.

Bebo la cerveza mientras espero a mi amigo Miles. Quedamos de vernos en este lugar para pasar el rato. Ambos hemos tenido bastante trabajo últimamente, así que queremos tomarnos un pequeño descanso.

Doy un pequeño salto en mi asiento al escuchar un grito agudo a mi lado.

—¡¡Oh por dios!! ¡¡¡Aleeex!!

Una chica de unos veintitantos años se acerca muy emocionada hacia mí.

—¡No me lo puedo creer, si eres tú!

—Pues claro, ¿quién más iba a ser? —bromeo.

—No lo sé —la chica se ruboriza y suelta una risita.

—¿Puedo ayudarte en algo? —pregunto al ver que no dice nada.

—¿Eh? Ah sí. ¿Co-cómo estás? —tartamudea.

—Muy bien, ¿y tú?

—Estoy bien.

Tras decir eso, suelta un suspiro y sacude la cabeza.

—Dios, estoy hablando de más —dice eso más para sí misma que para mí—. Perdona si te estoy quitando demasiado tiempo, solo quería saludarte y pedirte un autógrafo. ¿Sería posible?

—Claro. ¿Tienes algo para firmar?

Saca un bolígrafo de su bolso. Ni siquiera yo estoy tan preparado, y se supone que soy un famoso que va por ahí dando autógrafos.

—¿Dónde quieres que te firme?

La chica enrojece como un tomate al oírme preguntar eso. Le doy un sorbo a mi cerveza, mientras ella se decide en hablar.

—Aquí — se señala el escote, más específicamente, la teta derecha.

Vaya, ya no se ve muy tímida.

Me atraganto con la cerveza y comienzo a toser como un loco. No me esperaba eso.

—Perdona, ¿Dónde me dijiste que te firmara? —pregunto nuevamente, solo para comprobar que no fue una broma o algo por el estilo.

—Aquí —señala nuevamente su escote.

—Está bien.

Estoy a punto de firmar su teta, pero alguien me da una palmada en la espalda, y eso hace que pierda la concentración.

Me doy la vuelta para encontrarme con Miles.

Joder, nunca pensé que verlo me fuera a alegrar tanto.

—¡Hey! ¿Cómo va todo?

Justo cuando voy a responder, la chica interrumpe con un grito.

—¡¡¿Miles Kane?!!

—Si, ese soy yo —Miles sonríe, orgulloso.

—Oh, por Dios. Eres increíble, Miles —la chica abraza lo con toda la confianza del mundo.

Ok, esta chica se está volviendo algo molesta.

Sin embargo, mi amigo no se toma tan mal que una completa desconocida esté casi restregando sus tetas en su cara.

—Alex estaba a punto de darme su autógrafo. Pero, ahora que estás tú, los dos podrían firmarme, ¿No?