ACOSADOR [Alex Turner]

12

Emma

Despierto y miro a mi alrededor, solo veo oscuridad.

¿Dónde estoy?

Siento una mano alrededor de mi cintura, me siento rápidamente y golpeo mi cabeza con algo.

—Auch—me quejo en voz baja.

Hago un repaso mental de la noche anterior, recuerdo que estuve con Alex y luego me dormí. Mierda, ¿Dónde demonios estoy? Busco mi móvil con la mano, no sé qué estoy tocando, sin embargo, sigo buscando hasta que por fin lo encuentro. Miro la hora: las 1:55 AM. Enciendo la linterna de mi móvil, para ver a mi al rededor y encontrarme con Alex durmiendo plácidamente. Sonrío ante la imagen dormida de él. Tiene los labios entreabiertos y las manos juntas debajo de su cabeza. Se ve tan tierno que no puedo evitar tomarle una foto, el flash sale disparado y eso hace que él se despierte.

—Hola, bello durmiente.

—¿Qué estabas haciendo? —bosteza al mismo tiempo que estira sus brazos y enciende la luz del auto.

—Nada.

—Yo sé que hiciste algo—dice, con una sonrisita.

—Ok, te tomé una foto mientras dormías.

—Quiero verla—le paso mi teléfono, sonríe mientras ve la foto—. Hasta dormido me veo guapo.

—Ja, ja, que egocéntrico eres—es verdad lo él que dice, sin embargo, no lo voy a admitir en voz alta.

—Yo sé que tu piensas lo mismo, admítelo.

Ruedo los ojos y lo golpeo el el hombro. Él comienza a hacerme cosquillas, trato de soltarme de su agarre, pero él tiene más fuerza.

—Ya, Alex, para—hablo entre risas—. Por favor, para.

Él sigue con las cosquillas, intento levantarme y me golpeo con el techo del auto por segunda vez. Alex nota que me lastimé, así que decide dejarme quieta.

—¿Estás bien? —pregunta, preocupado. Asiento, sobando mi frente—. Déjame ver.

Dejo que revise mi frente, mientras sostiene mi mentón con su otra mano. Aprovecho su cercanía para detallarlo atentamente. Puedo notar que tiene un pequeño lunar cerca de su labio inferior, también puedo ver como frunce el ceño mientras está concentrado, lo definida que tiene su mandíbula, los lindos que son sus ojos color café oscuro...

Sus labios se abren ligeramente, e inconscientemente los míos hacen lo mismo. Mojo mis labios y trago saliva tratando de contener las ganas de besarlo. Por un momento solo nos quedamos mirándonos a los ojos. Nuestros rostros están tan cerca que mi nariz roza la suya, cierro los ojos preparada para recibir el beso, pero el sonido de mi móvil interrumpe el momento.

—Mierda.

Reviso el nombre que adorna la pantalla.

Es mamá.

No puede ser, por qué demonios mamá llamaría a las 2:00 de la madrugada. No le contesto, dejo que el móvil siga sonando.

—¿No vas a contestar?

—No, luego hablaré con ella.

Vuelve a llamar, y yo la vuelvo a ignorar. Ella sigue insistiendo, llama cinco veces más, así que decido contestar.

—Aló—hablo, disgustada por interrumpir mi momento con Alex.

—¿Hija? —escucho como sorbe su nariz congestionada.

—Si mamá, ¿Pasa algo? Es muy extraño que llames a esta hor...

—Tu padre se accidentó en el auto, estamos en el hospital.