Parte 16

47 5 0
                                    

Eras un ángel que no sabía cómo utilizar sus alas.

El día que te enseñaste, no dudaste ni un momento y volaste entre las grandes nubes que cubren esta triste ciudad, mis prosas se conviertes en cenizas, al igual que este sentimiento marchito que se pudre en mi pecho.


Prosa para ti. (En edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora