Wendy.-20

57 6 8
                                    

Tenías una metáfora muy marcada.

Decías que yo era Wendy.

Y tú eras Peter.

Afirmabas que algún día me llevarías a nunca jamás.

Susurrabas siempre en mi oído; Vuela Wendy, vuela.

Pero no podía, mis alas fueron arrancadas por los realistas.

Los niños perdidos venían a visitarme, diciendo las maravillas que había en nunca jamás.

Los niños perdidos no quisieron buscar su destino, se esconden entre los callejones obscuros de esta fea ciudad.

Peter ya no vuela, porque fue un día que yo me convertí en realista y le arranque las alas.

Ahora vivimos en un mundo donde tenemos los pies sobre la tierra y la mente en nunca jamás.

Peter ahora sí, estoy lista para volar.

Con amor Wendy, tu Wendy.

Prosa para ti. (En edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora