"Así soy yo"/Bucky & tu

¡Lobo blanco! (Editando)

KELLY

El lugar en el que nos encontrábamos era hermoso. Este se hacía llamar "Wakanda". La forestación en el era espectacular, tenía muchos tipos de árboles, cada uno más lindo que el anterior. La idea que tenían al estar aquí, es que con Bucky pudiéramos eliminar todo lo que HYDRA metió en nosotros.

Me encontraba mirando el horizonte desde los grandes ventanales que había en la edificación, cuando siento la presencia de Bucky a mi lado.

—Está bonito el cielo, ¿no? —pregunté.

—Si, pero me hubiera gustado poder haberlo disfrutado junto a ti en otras circunstancias —sonreí.

—Luego podremos hacerlo. De eso no hay duda.

Bucky me da una pequeña sonrisa pasando su único brazo por alrededor d mi cintura. Lo abracé de vuelta, colocando mi cabeza sobre su hombro. Así nos quedamos por un buen rato, hasta que Steve hizo presencia.

—¿Están seguros de hacer esto, chicos?

—Claro que sí —dije, sin pensar demás.

—No podemos confiar en nuestras mentes. Hasta que encuentren el modo de sacar todo lo que se encuentra en nuestras cabezas, y desprender el chip del cuello de Kelly, creo que dormir otra vez será lo mejor para todo el mundo.

—Concuerdo con el chico sin un brazo —bromeé por última vez.

Ya más tarde nos preparamos para descansar unos... quien sabe cuando tiempo más dormiremos.

Estando en Wakanda era los más hermoso y relajante que han visto mis ojos en años. En las noches siempre me levantaba para ver la luna junto a las brillantes estrellas. Desde aquí se apreciaban más lo hermosas que eran.
Me encontraba acostada, y poco a poco comienzo a abrir los ojos. Frente a mí me  encontré con dos niñas mirándome de forma divertida.

—¿Qué sucede? —les pregunté. Estas, sin contestar a mi pregunta, salieron corriendo hacia afuera de la tienda en donde nos quedábamos a dormir Bucky y yo.

Bucky refunfuñó, despertándose. Me miró con el ceño fruncido. Yo solo alcé mis hombros. Finalmente me levanté, y tomando la mano de Bucky, salimos de la pequeña tienda encontrándonos con Shuri, la hermana pequeña de T'challa.

—Son molestos —formuló Bucky, yo lo miré.

—No seas así, son solo niños. De seguro tu eras igual. —me miró con mala cara.

—¡Lobo blanco! —gritaban los niños mientras corrían por el lugar.

—Me gusta ese nombre —susurré antes de llegar al lado de Shuri.

—¿Como están, Agente Kelly, Sargento Barnes? —nos preguntó.

—Bucky —corrigió.

—A mí solo dime Kelly.

—¿Cómo se sienten?

—Bien, gracias —soltamos a la vez.

—Vengan, hay mucho más que aprender.

Shuri caminó hacia el gran terreno, casi perdiéndose en el lugar. Nosotros esperamos un momento más en donde estábamos.

—Es hermoso este lugar —apoyé mi cabeza en su hombro, suspirando.

—Tu eres mi hermoso lugar —sonreí. Levanté mi cabeza para mirarlo y acaricié su mejilla—. Eres el más hermoso lugar que me queda.

—¿Y que hay de Steve?

—Steve es Steve. Es mi mejor amigo, mi hermano, pero tu eres más que eso. Eres lo más importante de mi vida —dijo, aún admirando el paisaje.

Habíamos pasado demasiados días en Wakanda, ya ni siquiera llevaba la cuenta.
Bucky estaba trabajando. Yo lo seguía mientras con explicaba como debía hacerlo.

—No, Bucky, así no. Déjame ayudarte —tomé una bolsa y la puse encima de otra—. Solo tienes que intentar que la bolsa quede parada para que el contenido no se salga.

—Puedo hacerlo yo solo —dijo sin mirarme. Resoplé, secando el sudor de mi frente.

—Si, ajá. Eso está más que claro —lo abracé por detrás para molestarlo. Agudicé mi vista. A lo lejos se podía ver a T'challa caminando hacia nosotros—. ¿Qué sucede? —susurré, preocupada, soltando a Bucky.

—No lo sé —dejó lo que estaba haciendo—. Vayamos a ver.

Saludamos a T'challa. Este tenía una maleta a su lado, la cual la abrió dejándonos ver un muy perfecto brazo de Vibranium

—¿Dónde es la pelea? —interrogó Bucky.

—Viene en camino —responde T'challa.

—Se te va a ver muy bien —admiré el brazo.

—Si tu lo dices —sonrió, agachando la cabeza.

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—Ves, te dije que te quedaría bien. Ese brazo está increíble.

—Ajá, como tu digas —se rió de mí—. ¿Ahora te gusta más el brazo que yo?

—En ningún momento dije eso —le di un pequeño beso sobre sus labios.

—Pero lo pareces.

—Yo creo que no.

T'challa conversaba con Steve a lo lejos.

—No puede ser. Es Steve —corrí hacia él, lanzándome a sus brazos—. Te extrañé pequeño Steve.

—Muy pequeño no soy —reímos—. Pro yo igual te extrañé.

—¿Cómo está todo? —preguntó Nat a T'challa.

—Tendrán a mi guardia real, a la tribu fronteriza, las dora milaje y...

—Un hombre semi-estable de cien años, y por supuesto, a una mujer hermosa también semi-estable de cien años —Bucky finalizó, yendo a abrazar a Steve.

—Que gusto —respondió a su abrazo—. No se ven mal para ser el fin del mundo.