"Así soy yo"/Bucky & tu

"¡Uh! aquí hay más" (Reescrito)

NARRA KELLY

El lugar era bastante amplio y solitario y habían pozas de agua por todo el sitio. Seguimos caminando por el lugar estando atentos a cualquier señal.

A medida que avanzábamos, Bucky estaba intranquilo, aun que no lo demostrara y siguiera manteniendo esa fría mirada, yo lo sabía, ya que cuando esto sucedía, comienza a ponerse frente a mí queriendo protegerme de algo o alguien.

—Bucky, relájate, no nos pasará nada —le susurré tomándolo del brazo.

—Sí, ya lo sé... solo es por si acaso.

—Bien.

Sam nos esperaba escondido detrás de un par de cajas mientras manipulaba a Redwing.

—Ahí están —dice Sam levantando su mirada de la pantalla.

—¿Dónde está él? —cuestionó Bucky.

—No sé, pero creo que contrabandean armas.

—Sí, eso es lo más seguro —contestó Buck con sarcasmo hacia su amigo.

—A veces creo que ustedes son los que están juntos y que yo soy el mal tercio aquí.

—¿Qué?, ¡no! ¿Por qué piensas eso? —me gritó en un susurro.

—Okey, ¿podemos seguir? —nos interrumpió Sam.

—Solo hay una forma de averiguarlo, la solución es obvia, hay que tomarla —al instante, Bucky logra tomarme de un brazo listo para llevarme con él, pero no fue así, ya que Sam lo detuvo.

—No somos asesinos.

Bucky respiró hondo y al hablar botó todo ese aire—Te vemos adentro.

—¡Ey! Solo estaba bromeando —Sam me hizo un gesto para que lo detuviera, pero Bucky se adelantó.

—No le hagas caso.

• • •

—Listo, ya nos infiltramos. Te llevamos ventaja —se burló Buck—. No es gran cosa, pero es muy fácil —decía mientras nos terminábamos de esconder detrás de unos estantes de fierro.

—¡Mierda! —grité en un susurro—. ¡Sam! ¿Cómo llegaste aquí?

—Soy mejor que ustedes —sonrió victorioso—. ¿De qué me perdí? De nada —se respondió a él mismo.

—Bien, hay que entrar.

—No, espera —lo detuvo Sam, nuevamente.

—Tengo un brazo de vibranium, y una novia con superpoderes, no será un problema.

-Y yo puedo volar. A quien le importa. Espera —repitió, cansado con la actitud de Bucky—. Quiero ver hacia dónde se dirigen.

—Sam, solo hay dos personas —dije, mientras observaba a través de los espacios de los estantes.

—¿Solo ves dos?

—Es lo que vimos.

—Déjenme ver que es lo que ve Redwing —Bucky suspiró, harto—. Bien lo que Redwing ve..., ¡oh!, que sorpresa —Sam estiró su brazo hacia nosotros para que viéramos—. ¿Cuantos ven ahora? Una, dos... ¡uh! aquí hay más.

—Cuatro, cinco —Bucky le sigue el conteo.

—¡Sí! Cinco.

—Sí, son fuertes, da igual —fue lo que dijo Bucky al ver como levantaban cosas con mucha facilidad—. Vamos, Kelly.

—¡No! Espera.

—¡¿Y ahora qué?! —pregunté hastiada. Las personas a las cuales mirábamos se voltearon a nuestra dirección, solo que no nos vieron—. Lo siento.

—Ya vámonos —habló una de las personas.

—Hay una octava persona —nos confiesa Sam—. Creo que tienen a un rehén.

—¿Qué no eran solo cinco? —pregunté con una ceja alzada.

—Ustedes antes pensaban que solo habían dos personas.

Lo miré mal antes de salir corriendo detrás de los camiones; Sam iba detrás de nosotros, volando.

Cuando estuve cerca de uno de los camiones salté hasta el techo de este esperando a que Bucky se comunicara con nosotros. En eso, Bucky fue lanzado fuera del camión.

—Mierda —murmuré. Salté hacia el otro camión para poder ayudarlo a subir nuevamente, pero alguien me sostuvo por detrás antes de que pudiera hacerlo.

Tomé los brazos de la persona que me sostenía del cuello para apartarlos de la zona. Una vez libre de ellos, me levanté rápidamente y lo golpeé en la cara con un puñetazo. El chico se quejó, pero no fue suficiente.

Podía ver como Bucky y Sam tambien peleaban contra otros sujetos.

—¿Estás seguro de esto? —le pregunté al chico que tenía frente a mí. Había sacado su arma, estaba listo para disparar.

Su arma salió disparada hacia otro lado sin mucha dificultad. Lo miré desafiante, mis pies se iban acercando cada vez más hacia él. Tomó postura de pelea.

—No hagas esas ridiculeces —me burlé tomándolo en el aire sin necesidad de mis manos. Comenzaba a agitarse en una forma de librarse de mis poderes.

Por mi mente pasaron un montón de cosas que no debería pensar, pero que sí quería que pasaran. Una de ellas era verlo morir, de verdad que lo quería.

El poder se hizo cada vez más intenso, y se me estaba haciendo imposible poder controlarlo.

Estaba a punto de dejarlo sin aire cuando siento que algo se clava cerca de mi clavícula. El chico cae de inmediato tomando aire profundamente.

—Ella es mucho mas poderosa que tú —dijo una chica pelirroja.

—Claro que lo soy —me acerqué lentamente, la energía que producía de mis manos cada vez los sentía más fuerte.

—Lo eres —me aseguró, algo que era bastante raro.

De reojo, me di cuenta que una sombra se venía acercando por detrás. Volvía a mirar a la pelirroja, segura de mis siguientes actos.

—Sé que soy poderosa, pero no soy tonta.

Giré de inmediato deteniendo al tipo de atrás que me quería inyectar algo en el cuello. Lo mantuve en el piso boca abajo, tomé la jeringa que tenía en la mano y la observé un momento.

—Maldito loco.

Le golpeé la cara dejándolo inconsciente, guardé el producto en mi bolsillo antes de seguir peleando.

• • •

—Pudimos usar el escudo —nos indicó Bucky, agitado y con una respiración irregular, al igual que Sam y yo.

Me levanté de inmediato sacudiendo mi ropa, me encontraba frustrada con la pelea de antes. Después de haber estado un rato peleando, de un helicóptero apareció el ridículo que dice ser el nuevo Capitán América y su acompañante.

—¡Quítate de encima! —se quejó Sam apartando a Bucky de encima.

—Esta escena frente a mí los hacen verse una linda pero complicada pareja, ¿no lo creen? —me crucé de brazos caminando hacia la calle nuevamente.

—Kelly, no digas eso —Bucky tomó un pequeño impulso para levantarse—, además, todos ellos eran super soldados.

—Lo sé —Sam, antes de que pudiera levantarse, se quejó levemente—. De nada, por cierto.