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MinHo pasó la noche en casa de su tío y su padre lo llegó a recoger al medio día.

Una vez en casa, MinHo fue a su cuarto para bañarse y SungJin se quedó en la sala de estar.

Puso algo en el televisor para matar el tiempo, ya que ni siquiera estaba prestando atención.

Entró una llamada a su celular de un número desconocido. Al principio no quería contestar, pero luego decidió hacerlo.

—¿Hola?

Hola, SungJin. Soy YoungHyun.

En ese momento SungJin sintió como se le bajaba la presión, se le movía el piso, y casi se desmaya.

—O-oh, hola, YoungHyun. ¿Cómo estás?

Bien, gracias por preguntar. ¿Cómo está usted, Hyung?

Ah, ahora me dice Hyung el muy sin vergüenza.

—Bien, gracias. ¿Cómo conseguiste mi número?

Al parecer MInHo se lo dió a ChangBin y él me lo dió a mí.

En esos momento MinHo bajó las escaleras, pero por la mirada que su padre le estaba dando supo que no era buena idea y solo regresó por donde había venido.

—Oh, ya veo.

Llamaba para preguntarle si quería salir en la noche.

Ahora sí se desmayó.

¿Hyung?

—E-eh, claro.

¡Genial! Luego te paso toda la información por mensaje. Ah, y Hyung...

—¿Sí?

Es una cita.

Y solo colgó el muy desgraciado. Dejando a SungJin temblando, con un puto zoológico entero en el estómago. Y aquí venía su etapa de adolescente enamorada.

—¿Qué me voy a poner?

Tomó su celular y marcó.

—WonPil, necesito tu ayuda.

[...]

WonPil llevaba horas en la casa de SungJin, tratando de hacer que Park se sintiera conforme con algo, cosa que no lograba.

SeungMin, hijo de WonPil y amigo de MinHo, y este último mencionado estaban jugando en el patio, por lo que no interrumpían a sus padres.

RyuJin pasó por ahí y los vió.

—¡Hola, chicos!

RyuJin era algo así como el crush de MinHo. La niña era muy bonita y divertida. No iba al mismo preescolar que ellos, ella ya estaba en la primaria.

Era hija de una amiga de SungJin, y también su vecina, por lo que se veían seguido.

—¡Hola!

—¿Qué están haciendo?

—Jugábamos mientras nuestros padres terminan lo que sea que están haciendo.

—Suena divertido supongo.—rió—Nos vemos luego.

—Adiós, noona.

RyuJin siguió caminando y una vez estuvo lejos SeungMin rió.

—Cierra la boca o se te meterán moscas.

—¿De qué estás hablando?

—Te gusta RyuJin.

—¡Ew, no!

Claro que me gusta.

—Claro que te gusta.

—Cállate, SeungMin.

[...]

—Gracias por cuidar a ChangBin.

—No te preocupes, el nene me ama. ¿Verdad?

ChangBin solo le hizo una mala cara.

Sana era una amiga de su padre, pero podríamos decir que ella solía gustar de él.

—¿Estás segura? Puedo llamar a Jae.

—Tú ve a tu cita, yo me encargo.

—Gracias. Vendré en unas horas. ChangBin ya sabe su horario, él te dirá a qué hora se debe ir a dormir. Cualquier cosa me mandas un mensaje.

—He cuidado a ChangBin antes, Young. Ve tranquilo.

—Bien. Adiós, Bin, compórtate.—el pequeño asintió—Adiós, Sana.

—Suerte.

YoungHyun salió por la puerta principal. Una vez se subió a su auto y se fue, Sana volteó a ver a ChangBin.

—¿A dónde quieres ir?

—¿Qué?

—Las otras veces que te he cuidado estabas muy pequeño, ahora eres un niño grande, así que saldremos a pasear. ¿A dónde quieres ir?

—¡Helado!

—Bien, iremos por helado entonces.

Sana tomó las llaves de su auto y salieron de la casa en busca de helado.

[...]

—No estés nervioso o te va a salir mal.

—¿Y tú qué sabes? ¿Alguna vez saliste con un hombre?

—Te sorprenderías, SungJin-ssi. Tú ve y disfruta de tu cita. Aquí me quedo con los niños, tal vez los lleve al parque.

—Gracias por todo, Pil.

—Sí, sí, soy asombroso, lo sé. Ahora vete.

SungJin salió de la casa y WonPil se quedó solo con los niños.

—Papá, quiero comida.

—Ay, no, yo así no puedo. Llamaré a Jihyo.

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