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16

—¡Mierda, ChangBin! ¡¿En dónde carajo estabas? Te llamé mil veces y nunca me contestaste. ¿Sabes que hora es? ¡Estaba preocupado por ti!—un MinHo histérico recibió a ChangBin cuando entró por la puerta.

—Cálmate, MinHo. Te dije que iría con Yeon-noona. Mi teléfono se descargó. Lo siento. Debí avisarte que saldría con Felix luego.

—No creí que tardarías tanto, son las once y media de la noche. ChangBin, me asustaste maldita sea.

MinHo abrazó a ChangBin como si fuera su más preciada posesión y tuviera miedo de que alguien se la arrebatara. Su relación era así; ChangBin hacía sus travesuras y MinHo se preocupaba por él.

—En verdad lo siento, MinHo. Prometo que no volverá a pasar. No me gusta que te molestes conmigo.—hizo un puchero.

—No me mires así.—volteó la mirada conteniendo su sonrisa.

—¡Ven aquí y dale a mamá un beso!—se tiró sobre MinHo y estiró sus labios buscando como darle un beso en la mejilla mientras MinHo gritaba entre risas diciéndole que se alejara.

—¡Ya!—exclamó riendo. Una vez ChangBin lo dejó en paz, ambos se sentaron en el piso con la espalda contra la pared.

—¿Sabes, MinHo? He estado pensando sobre algo.

—Siempre piensas muchas cosas.

—Sí, pero esto diferente. ¿Nunca has pensado en la posibilidad de que podríamos ser almas gemelas?

—¿Cómo así?

—Sí, almas gemelas. ¿Sabes? En verdad siento que nosotros dos estábamos destinados a encontrarnos. ¿No lo crees? MinHo, no imagino una vida sin ti en ella. ¿Tú imaginas una vida sin mi?

—ChangBin, no tengo dudas de que eres lo mejor que me ha pasado en la vida. Conocerte me ha cambiado la vida entera. No se que haría sin ti a mi lado. Eres mi hermano. Y nunca te lo he dicho antes, pero te quiero.

Los ojos de ChangBin brillaron y empezaron a humedecerse, no supo cuándo se había puesto tan emocional. Solo lo abrazó sin decir nada. Sabía que si una palabra salía de su boca, lágrimas lo harían de sus ojos.

Nunca se había sentido tan completo. Tenía todo lo que alguna vez deseó. Tenía a sus padres, su hermano -quien a la vez era su mejor amigo- , a su novio, tenía amigos cercanos como SeungMin, JiSung, HaeChan y Mark, incluso a JeongYeon, NaYeon y Chan. No le faltaba nada.

—MinHo, también te quiero.

[...]

SungJin y YoungHyun estaban fuera de la ciudad esa noche. YoungHyun tenía una reunión de trabajo y SungJin lo acompañó.

No se preocupaban mucho por sus hijos, pues sabían que eran lo suficientemente responsables como para quedarse solos en casa por una noche. Les habían dejado todo lo necesario; dinero, comida... un extintor. Eran las once de la noche y no habían recibido quejas de los vecinos ni llamadas por parte del hospital o la policía así que asumían que todo iba bien.

La reunión recién había terminado. Habían reservado una habitación en un buen hotel, por lo que se dirigieron hasta aquel lugar. En la recepción les dieron su llave y subieron hasta el último piso, donde su habitación estaba.

No pidieron room service, ya que en la reunión habían servido comida, así que no tenían hambre.

Se cambiaron y se metieron bajo las sábanas. SungJin recostó su cabeza sobre el pecho de YoungHyun y él lo abrazó por los hombros.