Capítulo Cinco

164 9 2
                                    

Konichiwa mis linduras! Ha pasado un tiempo, y de verdad los extrañaba. Lo siento por la pequeña ausencia, fueron unas semanas bastante alocadas que casi terminaron conmigo. Sin embargo, me siento muy feliz y más entusiasta ahora para escribir. Ahora, probablemente empiece por este fic y después seguiré con Vuelve a mi que seguramente esperan. Solo puedo asegurar que actualice algún capítulo en cualquier momento, manteganse atentos!
Muy bien no los aburro más, advierto que este capítulo contendrá algo de PICANTE🔥 pero sin llegar a demasiado disfruten ;)

—Rave🍁

—Rave🍁

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

🌊

Las primeras gotas de lluvia cayeron lentas, escuchándose la manera suave en que el agua chocaba contra su ventanal. Fue engañoso al principio, como si un suceso que antes fue tranquilo y sin importancia, para cambiar por completo en un abrir y cerrar de ojos. Convirtiéndose en un chaparrón tan intenso que lo sentía vibrar entre sus entrañas.

Ese sonido, junto al alcance del frío que sus sábanas lisas no lograban quitar de su piel, la obligaron a despertar en medio de la madrugada. Apenas observo que su despertador marcaba casi las 3, entre cerró sus ojos completamente frustrada. No deseaba utilizar el calentador en vano, y estaba segura que no pegaría un ojo al menos hasta que logrará consentir el ardor frío que su piel pálida transmitía entre sus manos en ese momento. Sin remedio alguno, utilizó su capa habitual para que la cubriera lo suficiente. Su pijama consistía de unos ajustados y cortos pantalones azules que ni siquiera alcanzaban a cubrir parte de sus muslos, parecidos a unos pantalones elásticos de yoga, que gracias a su comodidad eran similares con la textura flexible y libre de su malliot. Cubriendo parte de su pecho, se encontraba un sencillo tirante sin mangas de color violeta pastel, bastante simple. Al menos su conjunto de verano no lo había observado nadie más que Starfire, por lo que estaba segura de que ningún interesado estaría merodeando por su habitación para verla con ese atuendo puesto.

Restándole importancia a lo que llevaba puesto, se encaminó a la Sala Común, vigilando que nadie más que ella estuviera vagando por los pasillos como un fantasma. Al llegar, calentó el agua con su pava eléctrica y sacó el sobrecito de té, esperando pacientemente hasta que el agua hierva.

Vertió el agua y lo mezcló dentro de su taza blanca, las decoraciones de sakuras y kanjis escritos en japonés, representando el recuerdo de cuando visitaron Tokio en una de sus misiones hace ya varios años. Una sensación de nostalgia la invadió, mientras miraba distraídamente las grandes ventanas de la Sala, comenzando a pensar en su primer sorbo.

No obstante, una voz interrumpió la tranquilidad de la atmósfera. Con sólo escuchar su voz, deseó que el mismo Infierno se lo llevará a un lugar bastante lejano de ella. Era la última persona con la deseaba mantener una relación.

Nuestro primer baile | BbraeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora