X

3.2K 397 165
                                    

No te rindas por un mal capítulo en tu vida, solo... Sigue adelante.

No lo entenderías, seguir peleando es lo último que me queda.- Kamado Tanjiro.

🔥

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

🔥

🔥

🔥

🔥

Cansado, con un dolor punzante sobre su brazo derecho, Tanjiro se sentó sobre unas cajas apiladas para así poder descansar unos minutos, tenia unas cuantas cortadas sobre su rostro y partes de su cuerpo, pero nada que unas vendas no podrían arreglar.

Con disimulo miro a la dirección en que se encontraba Sanemi, este estaba igual de cansado, se notaba solo por su expresión en el rostro, sus ojos estaban a punto de cerrarse, sus suspiros intentándo recuperar la respiración, además que también tenía un par de cortadas sobre su pecho, aún no se volvía ta rápido como lo será en dos años y cuando ese momento llegue no habrá ni persona ni demonio que pueda detenerlo.

Enderezo su cabeza mirando ahora al cielo estrellado, si no estaba equivocado, cerca de ese lugar se encontraba el Balsón de glicinias que alguna vez en el pasado, el junto a sus amigos habían entrado a recuperarse de una misión, volvió a dirigir la mirada al cansado de Sanemi, tal vez, solo si tal vez el quisiera podría acompañarlo y así descansar por esa noche, después de todo no habían podido dormir en tres días y las comidas eran engullidas con tanta rapidez que ni las disfrutaban, una noche en descanso no sería mal recibida.

- Oye Sanemi.- Lo llamó sutilmente, este no lo volteo a ver ni nada, solo formuló un "Mm".- A unas cuantas calles esta un Balsón de Glicinias ¿Quieres ir?.- Se levantó para caminar buscando la salida del callejón, formó una diminuta sonrisa al escuchar otro par de pisadas siguiéndolo.

Caminaron unas cuantas calles hasta salir del pueblo y adentrarse a un camino de piedras, a medida que se hiban acercando a su destino, no pudo evitar recordar vagamente sus primeros días como cazador de demonios, sufrió mucho por tantos golpes y malos momentos, pero con la llegada de sus amigos todo eso cambio, sus días se volvieron más alegres, las noches en donde solo caminaba con Nezuko se volvieron llenos de risa, al recordar el como Zenitsu trataba a la anciana del Balsón como un fantasma o “Yokai” como solía gritarle no pudo evitar reír, pero al recordar como en ese mismo día Inosuke trataba de hacerlo enojar río más fuerte, definitivamente los extrañaba a ellos y a sus locuras.

-¿Que mierda te pasa?.-

Salto por el repentino comentario a sus espaldas, ¡Se le había olvidado que no estaba solo! ¡Que vergüenza! ¡Debió de parecer un demente!.
Volteo a mirar a Sanemi con una gotita en frente.- Solo me acorde de unos amigos.- Se rasco nervioso la parte trasera de su cuello.- Eran muy divertidos.- Sonrió con tristeza.

¡Contamos contigo Tanjiro!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora