VII

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Los telmarinos cruzaban el río entregándoles sus armas y sus armaduras a los narnianos.

Los reyes y los príncipes cruzaron el río quedando frente a Aslan, Lucy y Arantza.

Los jóvenes al ver al gran león se arrodillaron ante el.

(Estaban en este orden: Edmund, Cassandra, Caspian, Izar, Peter y Susan)

-De pie, reyes y reinas de Narnia- indico y Edmund, Casandra, Peter y Susan se levantaron pero Caspian e Izar no -todos ustedes- dijo mirando a los príncipes y estos levantaron la cabeza.

-No estoy listo todavía- dijo Caspian y si hermano puso su mano en su hombro.

-Y por esa misma razón se que lo estás, además tendrás la ayuda de tus hermanos- respondió Aslan y Caspian se levantó junto con Izar.

Caspian miro a Cassandra cuando estuvo de pie y ella le sonrió calidamente tomando su mano.

Arantza se acercó a sus hermano y los abrazo fuertemente y ellos le correspondieron de la misma manera, Caspian apretó suavemente la mano de Cassandra para que está no lo soltará cuando iba a hacerlo.

Detras de ellos se empezó a escuchar una música triste, del tipo de los funerales, cuando voltearon vieron a los compañeros de Reepicheep cargando una pequeña "camilla" dónde iba el mencionado herido.

Los ratones lo pusieron el el suelo y Lucy se acercó en seguida a ellos, saco su poción, dejo caer una gota en la boca del ratón y este comenzo a respirar antes de abrir los ojos.

-Gracias, majestad- le dijo amablemente a Lucy.

Sus compañeros lo ayudaron a levantarse con cuidado.

-¡Oh! ¡Saludos, Aslan!- exclamó feliz y nervioso -es un verdadero honor estar en..- se inclino ante el pero perdió el equilibrio -¡Oh!- se sorprendió al no ver su cola -estoy muy desconcertado. Le suplico su indulgencia al presentarme de modo indecoroso- dijo muy apenado y miro a Lucy -¿Quizá una gota más?- comento mirando la botella de la poción.

-No creo que haga eso- respondió la niña.

-Podemos intentar- insistió el ratón y Aslan río levemente.

-Te sienta muy bien pequeño- comento el león.

-Aún así, gran rey, temo que debo retirarme- saco su espada -pues lo que me han quitado es el honor y la gloria de un ratón- le tendió su espada.

Las crónicas de Narnia y Los Príncipes TelmarinosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora