★ HoriKashi Week 2019! ★

Devoción

"Sentimiento de profundo respeto y admiración inspirado por la dignidad o los méritos de una persona, una institución, una causa, etc."

—Kashima-kun, no creo que sea simple admiración lo que sientas. —Comentó la pequeña chica de cabello anaranjado.

—¿Uh? Entonces, ¿qué es? —cuestionó la ojiverde luego de escuchar las palabras de su amiga sin querer admitir que en el fondo ya sabía la respuesta.

—Oh, no sabría cómo decirlo. Es algo entre la admiración y el amor. —Contestó pensativa la chica de los moños.

—¿Amor y admiración? —Seo apareció detrás de la Sakura haciendo que está pegue un chillido por el susto.

—¡Seo! —Exclamó la de coletas sientiendo como se le aceleró el pulso de la impresión y tomó bocanadas de aire para regularizar su respiración agitada por el espanto que le causó su amiga.

—¿De qué hablan?

La del club de coro rápidamente se interesó por la conversación que mantenían sus amigas y quiso saber más de lo poco que ya había escuchado.

—Eh… pues. —Chiyo no sabía qué decirle a su amiga, así que miró suplicante a la más alta para que manejara la situación. No deseaba decir algo de más y molestar a la peliazul.

—Le contaba a Sakura-chan lo que siento por Hori-chan-senpai. —Contó honestamente la azabache, sorprendiendo a la de cabello naranjo.

—Oh, ¿ya te confesaste? —sonrió la recién llegada con algo de malicia.

—¿Confesarme? ¿Por qué?

—Hori-chan te gusta, ¿no?

Al escucharla decir esto la más alta se sorprendió y hubo un pequeño silencio. Sakura no sabía qué decir, sabía los sentimientos de la más alta por el mayor al igual que también sabía que la chica era demasiado obstinada como para aceptarlo así sin más.

—¿Me gusta? Yo creí que solo lo admiraba por su magnífica actuación.

—¡Deberías decirle cómo te sientes! —Exclamaron la pelinaranja y la ojicafé al unísono.

Aunque la primera estaba nerviosa por como resultaría la situación, ella amaba los mangas de shoujo y esperaba con alegría ver con sus propios ojos una nueva pareja formarse.

—Ok, ok. —Dijo la azabache sin entender muy bien a qué se referían y qué era lo que esperaban sus amigas que hiciera.

—¡Kashima!

En el momento menos indicado apareció Masayuki llamando a la peliazul, al parecer por la forma en que caminaba y miraba a la muchacha estaba enojado.

—Ahora es el momento, ¡Hazlo!—aconsejó la peliverde en un susurro y luego se llevó a Sakura consigo para darles privacidad.

—Ka…shima. —dijo casi sin aliento su senpai estando al lado de ella.

—¡Senpai! Quería decirle algo importante. —Dijo con energía y actuando por impulso—. Lo admiro mucho ¡No-! ¡Lo amo! —Hizo una pequeña reverencia para no ver la cara de su superior mientras ella sentía sus mejillas llenarse de rojo y su corazón latir desenfrenadamente por primera vez.

En ese momento de descuido, el ojicafé la agarró del brazo y se la llevó a rastras.

—No seas tonta, no es momento para tus bromas. ¡Deberías prestar atención a la hora que es! —La reprendió el mayor ignorando el significado de las palabras antes pronunciadas por su acompañante—. Hace diez minutos empezó el ensayo y tú estás conversando despreocupada.

—¡Lo siento! No lo había notado. —Se disculpó apresuradamente la joven.

El mayor bajó la velocidad de sus pasos sintiéndola distinta y suavizó el agarre que tenía en el brazo de la ojiverde. La de melena corta lo miraba de reojo, preguntándose si estaba molesto con ella como parecía.

—Oye, ¿qué era lo que querías decirme? Para ser sincero no escuché nada. —Llevó su mano al cuello y miró a la azabache a la cara con un poco de arrepentimiento por habérsela llevado así hasta el club.

—¿Qué sentimiento es el que hay entre el amor y la admiración?

—Umm… —el pelicafé se tocó la barbilla  y pensó unos segundos. Era una pregunta muy extraña, pero estaba acostumbrándose cada vez más a las recurrencias de su principesca acompañante por lo que respondió sin pensar en lo raro del asunto— Devoción, quizás. ¿Por qué la pregunta?

—Chiyo me dijo que lo que sentía por usted estaba entre la admiración y el amor. —Contestó descuidadamente, sorprendiendo a su senpai por su honestidad y actitud tan ligera al hablar de sus sentimientos más íntimos como si nada—. ¿Sucede algo?

Al verla ladear la cebada mientras lo miraba con inocencia, como si no supiera la reacción violenta que tuvo su corazón al escuchar sus palabras, sintió que no era justo que él pareciera el único afectado cuando ella fue la que habló.

—¡Esas cosas no se dicen como si nada!—La reprendió con un golpecito en la cabeza.

Lo que no notó la chica es que esta vez se contuvo para no darle con tanta fuerza como antes.

—¡Auch! Seré más cuidadosa la próxima vez. —Prometió la azabache y el más bajo no hizo más que suspirar.

La conversación acabó ahí. Estaban frente a la puerta del club y entraron en silencio para no interrumpir nada de lo que estuviese ocurriendo dentro.

—Senpai .—Llamó la atención del chico acercándose a él para hablar en susurros.

—Espera un poco…

La tranquilizó haciendo un gesto con la mano para darle a entender que la escuchó y le pidió que no le hablara hasta que terminaran los actores de decir sus líneas. Una vez acabados los diálogos escuchó atentamente a la azabache.

—Solo quería decirle que lo admiro y quiero mucho. —Dijo la chica con la mirada baja y besando la mejilla del ojicafé, tomándolo por sorpresa. Y luego salió corriendo del salón siendo perseguida por su furioso senpai.

—¡Le encanta sarcarme de mis casillas! Tomarme por sorpresa de esa forma y así huir del ensayo. —Murmuraba cosas en contra de la peliazul que solo le hacían enojar más—. Cuando te encuentre te mostraré que no se ilusiona así a las personas.