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SeHun quedó complemente paralizado. JunMyeon había escuchado su voz, le había hablado, a través de una línea telefónica pero lo había hecho. No podía escuchar nada más que sus latidos acelerados en su pecho queriendo retumbar como tambores en sus oídos, así que como la llamada continuaba, KyungSoo tomó el teléfono de su mano para colocarlo en su oreja.

—¿Qué le pasó a ChanYeol? —JongDae se acercó al chico para poder escuchar la respuesta al otro lado de la línea. —Okay, iremos a buscarlo.

KyungSoo colgó la llamada y le volvió a colocar el teléfono en la mano a SeHun. Luego lo empujó para que reaccionara, pero este parecía una estatua inerte, asique cayó hacia un lado.

—¡SeHun! ¡Vamos! ChanYeol se quedó dormido en el lugar de trabajo de JunMyeon, debemos ir a buscarlo. —JongDae se levanto y se colocó su abrigo, mientras le tiraba a KyungSoo el suyo. —Tarde o temprano se iba a enterar, ahora quizás podrías decirle la verdad.

El menor parpadeó varias veces y se levantó del suelo, se dirigió a pasos algo lentos a su habitación para tomar algún abrigo. ¿Debería sentirse feliz de que JunMyeon se haya enterado al fin de su mentira inocente? No, porque él realmente no se sentiría bien al enterarse que alguien le miente en algo tan simple como hablar mediante una llamada telefónica. ¡Pero SeHun jamás mintió para empezar!

Porque veámoslo así, él no puede hablar con desconocidos ya que su voz se cierra como una flor en invierno. ¿JunMyeon alguna vez le preguntó si podía hablar y esperó su respuesta? ¡No! Simplemente lo trato de mudo y ya, asunto cerrado. SeHun no era el culpable, pero tenía algo de culpa porque en ningún momento se lo aclaro mediante los mil mensajes que se mandó con el mayor en esa última semana.

En fin, la hipotenusa. No podía limpiarse la culpa tan fácil.

Junto a sus dos amigos tomaron un taxi hasta el bar donde ChanYeol estaba, era algo tarde ya y a pesar de que era normal que el más alto del grupo pasara tiempo en un bar, esto solo era para los conciertos de bandas o reuniones con amigos de su universidad. Jamás lo habían tenido que ir a buscar por borracho, una nueva anécdota que contar en sus reuniones de chisme los viernes en la noche.

Al llegar, un gran cartel con letras neón color azul los recibió. El bar se llamaba Heavenly Hell, la música que sonaba dentro era bastante atrevida o eso parecía ya que SeHun y el inglés no eran amigos. KyungSoo lideró al grupo, se adentro sin ningún problema en el bar, como si fuera una cafetería en plena tarde.

JongDae tomó a SeHun del brazo cuando notó que poco a poco se quedaba atrás. El lugar era bastante grande, las mesas redondas estaban colocadas para mirar a la banda que tocaba en el pequeño escenario, había una barra larga de dónde igualmente se podía ver el show en caso de no estar tan cerca del escenario. Cerca de los baños, unas escaleras subían al segundo piso pero no había forma de saber que había allí.

KyungSoo se acercó a la barra, ChanYeol estaba recostado sobre está dormido cual roca y babeando encima de su brazo. JunMyeon al verlo llegar dejó la bebida a un cliente de la barra —que muy descaradamente le guiñó un ojo— y se acercó al trío que intentaba despertar al más alto.

—No sabía bien a quien llamar, BaekHyun no contestó mis llamadas cuando usé el teléfono de ChanYeol. —Les informó el mayor mientras veía los intentos de JongDae por despertar al borracho.

JunMyeon vestía una camisa azul, los primeros botones de está estaban desabotonados de un modo que ve veía sumamente atrayente a la vista. Su cabello estaba peinado hacia atrás con gel, sus mangas arremangadas mostrando un reloj gris de marca. Llevaba un delantal negro de barman que marcaba su cintura. Era una vista que SeHun no pudo evitar grabar en su mente el tiempo suficiente antes de que JunMyeon notara su mirada y tuviera que apartarla con vergüenza.

❛ Nuestras tres casualidades ❜ | 三 | SeHoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora