Jiraiya estuvo esperando a Tsuki mas de una hora, se sentía algo preocupado, tardó cerca de una hora para que apareciera la Senju, parecía cansada y llevaba un bulto grande en su espalda, de hecho, le colgaban dos tiras gruesas a los lados.
Soltó un jadeo cuando se percató de que había una mujer y parecía estar muerta.
—No es lo que piensas —habló Tsuki al ver la expresión del peliblanco.
—¿E-entonces...?
—¿Sabias que los del clan Kumo pueden quedar embarazados independientemente de si son hombre o mujer?
Jiraiya le miró extrañado por la pregunta, la observo pasar a su lado.
—Camina o llegaremos tarde.
—¿Pero de que hablas? ¿A qué viene eso?
—Quien viene en mi espalda es Kumo Akane, la madre de mi primogénito.
—¿¡Eh!?
—Shhh, la despertaras.
Jiraiya estaba confundido al extremo.
¿Una mujer embarazada... De una mujer? ¿No era que él le gustaba a Tsuki? ¿Desde cuando estaba con mujeres? ¿Acaso Tsuki tenía un... ?
—¿Como pasó eso?
—Te explico, yo hacía misiones por paga, normalmente eran legales ya que soy un shinobi de la hoja, pero... Uhm, puede que en una de esas... Me haya metido con una mujer.
—¿Te gustan las mujeres?
—Bueno... En su totalidad no, me gustan hombres y mujeres, pero prefiero los hombres... Ese día, puede que me haya puesto algo ebria, caliente y sentimental, como sabrás, terminé en la misma cama que una chica.
—Pero sigo sin entender cómo la embarazaste.
—Es cosa de su clan, creo que fue... —se puso ligeramente roja —Olvidalo, no voy a decirte eso —bufó la azabache.
Esta vez, Jiraiya no tuvo pensamientos extraños, sólo tenía en mente una cosa.
Ahora que Tsuki tenía un hijo a la espera ¿Que sería de él?
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