Comencé mi nueva vida en Londres como cualquier niña de 9 años, siempre habíamos tenido estabilidad financiera.
No éramos tan ricos, pero tampoco nos faltaba nada y teníamos un poquito
para darnos nuestros gustos, nuestra mudanza se había hecho por el nuevo trabajo mi padre, él
trabajaba en una fábrica que tenía varias extensiones, aunque la fábrica era rica, la mayoría de sus empleados no lo eran, pero mi padre estaba en el punto intermedio de esa cadena de rico-pobre.Pero nunca me di cuenta de eso, en ese momento solo sabía que mi familia y yo estábamos en
Londres y para mí, eso era lo mejor del mundo.Cuando entre a mi nuevo hogar, mis emociones crecieron, yo estaba emocionada y quería gritar
de felicidad.-Es...es grande- mi hermano balbuceo yo me reí porque era difícil que él mostrara el mínimo
asombro hacia algo pero nuestro nuevo departamento lo había forzado a hacerlo.-No es tan grande, pero algo es algo, ¿no?
-Ah, ¿no es tan grande? Pensé que lo era- Benjamín lo miro con confusión.
-Aún son pequeños, lo ven enorme, pero cuando crezcan lo verán y pensaran que se encogió con
el tiempo.Madre dio dos aplausos y nos llamó.
-Cariño, te voy a llevar a tu recamara, ¿sí?- ella me miro con afecto- Tu padre llevara a tu hermano a la suya- asentí a ella y me extendió una mano, yo la tome y comenzamos a caminar, llegamos al lugar donde dormiría, voltee a ver la puerta, mi hermano y mi padre pasaron por delante de ella, ellos me sonrieron pero siguieron caminando.
-Mamá, ¿Dónde dormirá mi hermano?
-Creo que enfrente de tu recamara esta la suya, pero tal vez sea la de a lado, aun no sé lo que
decidió tu padre, yo elegí la tuya, ¿te gusta?- asentí con entusiasmo.-¡Claro que me gusta mamá! gracias.
No estuvo mucho tiempo dentro de mi cuarto, así que salió directo a lo que sería la cocina, yo
sonreí de oreja a oreja, mientras daba vueltas a mi recamara, alguien toco mi puerta y yo voltee.-¿Qué pasa Benja?- el negó.
-Nada, solo quise ver si tu cuarto es mejor al mío, ¿puedo pasar?
-Claroo, pero si haces comentario groseros te golpeare.
Él negó de nuevo, como todas las veces que lo había hecho mientras hablaba conmigo, se adentró a mi dormitorio y se acostó en mi cama, soltó un suspiro pesado, me dio la impresión de que estaba algo triste, pero luego comenzó a reír.
-Andrea, a partir de hoy seré un nuevo Benjamín Rossí.
Yo solo lo mire y le sonreí, no entendía que era lo que quería decir exactamente pero me hacía feliz verlo reír.
-¡Sí!- ambos reímos como si estuviéramos locos, no sabía a que se debía pero la felicidad de
Benjamín era contagiosa.Así comencé mi vida en Londres, y aunque pareciera que iría bien, solo fue el comienzo de un
martirio en vida.
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D I F F E R E N T
FantasyCuando estamos frente a una multitud, es difícil percibir las características que se tiene en cada individuo. visualmente solo diferenciamos los rasgos de apariencia física. Cada persona es «un mundo diferente», es la expresión que se oye frecuente...