Nunca, nunca me tomaba en cuenta.
Estaba enojada con mi hermano por no a ver avisado con mas tiempo sobre su visita, era algo que me incomodaba y el seguía haciéndolo.
Es decir, amaba al estúpido de Benjamín, pero me costaba no golpearlo cuando hacia cosas que me molestaban y que el sabia que no debía hacer, al menos no frente a mi.
Sacudí mi cabeza, fui a mi ropero y saque el maquillaje que allí guardaba y me senté enfrente de mi tocador, muy raro si me lo preguntaban, digo, no era como si lo usara siempre, ni siquiera salía, pero allí estaba, y debía agradecer, en momentos como ese agradecía que tuviera uno de ellos.
Tenia una habilidad bien desarrollada, el maquillaje, después de dejar la escuela, me encerré en mi habitación, estuve demasiado tiempo con depresión, pero entonces un día, comencé a decirme a mi misma, "debo avanzar, si no hago cambios seré una carga mas pesada para mi familia"
Mentiría si dijera que no me costo tratar de salir de aquel hoyo. Todos los días eran pesados, y en medio de ellos pensaba "¿que pasaría si yo no estuviese enferma?". Algo que me lastimaba mas, porque pensaba en mil posibilidades de vidas que quería tener pero que jamás tendría.
Y aunque eso ya había pasado, aun seguía luchando contra mi desanimo.
***
Bueno, si quería verme bien con maquillaje, debería tener esa peluca, acaricie los cabellos largos que caían de ella, era de un color negro y estaban levente enroscados, cada vez que la veía, me hacia recordar mi verdadera yo.
No era una persona fea, pero tampoco tenia una belleza exótica, solo era una chica normal, dentro de lo que cabía. Ladee mi cabeza a la derecha, el maquillaje era sencillo y se veía natural, y eso era lo que quería, lo que menos necesitaba era llamar la atención.
***
El invitado llego junto a Benjamín, un chico lindo, su cabello negro estaba peinado completamente hacia atrás, a excepción de un mechón que colgaba en medio de su frente, incluso llevaba demasiado gel, hice una mueca que supe disimular cuando él me saludo con un apretón de manos, asemeje su "peinado" a un casco, llevaba lentes, pero podía ver que sus ojos eran de un color común, café oscuro, debajo de ellos se dejaban ver unas ojeras, muy grandes, ¿acaso había hecho esfuerzo alguno este chico para venir? su piel era algo pálida y reseca, estaba muy inconforme. Se presento con nosotras, y nos dio una diminuta sonrisa. Sí, estaba muy inconforme.Y eso empeoro cuando comenzamos a comer, mi mamá le hizo algunas preguntas a el chico, las cuales contesto, en algún momento empezó a hablar sobre las injusticias del gobierno, que la contabilidad del dinero en el país estaba mal y bla bla, me irrite.
-Por favor, ¿Quién habla de esos temas en una comida?- dije mientras rodaba los ojos.
-Eh, bueno...
-Que sepas todo eso no quiere decir que puedas hacer algo- moví mi dedo índice en circulo cerca de mi sien.
-B-bueno, realmente sí podemos...
-A nadie le importa, es mejor enfocarse en cosas mas importantes, como la medicina, el descubrimiento de cosas que sirvan.- el chico solo se encogió en su lugar, sí, era mejor que hiciera eso. Sentí la mirada de mi hermano, así que se la devolví.
Él dejo de mirarme y volvió a su plato, con su ceño fruncido. Y así se paso el rato, nadie hablo, solo era el sonido de los cubiertos pegando con los platos.
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D I F F E R E N T
FantasyCuando estamos frente a una multitud, es difícil percibir las características que se tiene en cada individuo. visualmente solo diferenciamos los rasgos de apariencia física. Cada persona es «un mundo diferente», es la expresión que se oye frecuente...