Después de que Naraku desapareciera junto con la perla de shikon, Inuyasha y los demás están en paz en la época antigua, aunque no saben si podría haber mas demonios que derrotar, así que tenían que proteger las aldeas y a las personas que habitaban...
*Inuyasha y sus amigos se sintieron muy presionados al estar en una situación así peleando con monstruos muy fuertes a diferencia con los que habían tenido unas peleas difíciles anteriormente, hace tiempo después de acabar con Naraku y otros enemigos, nunca imaginaron que Kagura fue su enemiga por ser una extensión de ese ser terrible que les hizo muchas cosas, sobre todo al híbrido en utilizar Kikyo para separarlos y ponerlos en contra del otro, mató a muchos inocentes que no tenían nada que ver con su objetivo en recuperar la perla de Shikon, un objeto que muchos demonios querían a su alcance, sin embargo Inuyasha junto con los demás pudieron acabar con su vida para que no hubiera más desastres o peligros en las aldeas donde hubiera humanos, de alguna manera Kagome sintió esa enorme necesidad de poder salvar a esa bella demonio, por alguna razón Kagura la eligió a ella estando en sus sueños, su espíritu era lleno de paz y tranquilidad algo que siempre ha estado presente en la joven pelinegra; en ningún momento le tomo ningún odio, nunca le echo alguna mirada fea, siempre se mantuvo al margen para poder ayudarla, ahora en esta misión complicada tenían que seguir adelante para salvar las plumas, así poder lograr revivirla, tratar de encontrar la respuesta y saber su razón de sentir la vida misma, el joven mitad bestia estaba enojado ya que quería esforzarse mucho para poder acabar con ese demonio rojo, sobre todo para que su amada este a salvo*
Inuyasha: ¡Maldito bastardo, me las vas a pagar! *se prepara para atacar de nuevo*
Demonio: ¿Enserio te crees tan fuerte? No tienes nada de valentía, solo eres un hombre mitad bestia que sus poderes no sirven para nada *quería hacerlo enojar para que después pudiera matar a Kagome*
Inuyasha: ¡Cállate infeliz! *corre rápidamente para utilizar su colmillo de acero, esta vez no quiso dejarlo escapar, utiliza la espada aventándolo a unas paredes muy altas* esta vez vas a sufrir demasiado
Demonio: ¡ERES DESPRECIABLE! *grito adolorido y escupió sangre*
Inuyasha: ¡JA! Él que debe preocuparse ahora es otro *dice sarcástico, seguía en su forma demonio, sus ojos se tornaron cada vez más furiosos*
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Demonio: Cof Cof...... *la enorme bestia estaba en el suelo aún, gruñía con dolor e ira*
Inuyasha: No voy a dejar que lastimes a Kagome *dijo en su mente calmado ya que sentía que su objetivo de acabar con ese demonio estaba muy cerca, sentía victoria*
Demonio: ¡No me asustan tus miradas idiota! *se recuperó rápido regenerándose*
