Después de que Naraku desapareciera junto con la perla de shikon, Inuyasha y los demás están en paz en la época antigua, aunque no saben si podría haber mas demonios que derrotar, así que tenían que proteger las aldeas y a las personas que habitaban...
Kagome: Bueno, el caso es que tuve sueños con Kagura, tuvo que ver con la matanza de tus amigos hace mucho tiempo, creíste que los había matado y controlado, una mujer con una arma muy poderosa que era su abanico ¿la recuerdas? *todos estaban sentados como círculo en el pasto a lado de un árbol*
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Koga: Déjame pensar...... ¿mujer con abanico? *pone su mano en su barbilla recordando a esa mujer, hasta que un recuerdo de una pelea vino a sus pensamientos*
Inuyasha: Así es, fue una de las extensiones de Naraku
Koga: ¿¡Qué!? No puede ser posible, ahora la recuerdo perfectamente, mató a casi la mayoría de mis compañeros esa vez *se alerta poco poniéndose de pie*
Miroku: Puede que sí, Naraku le ordenó que lo hiciera para que tuvieras un odio en pelear por ellos
Sango: Así es Koga, nosotros estuvimos mas tiempo con ella, era orgullosa antes, lo pude notar, pero hizo un gran cambio al final
Inuyasha: Queríamos salvarla de ese maldito, pero....... *es interrumpido por la loba*
Ayame: ¿Ella murió? Mi esposo me dijo algo sobre esa mujer ¿era una demonio del viento? *los mira a todos*
Kagome: Si, Naraku la manipuló horrible junto con todas sus extensiones que formaban parte de él *le explicaba con calma la joven pelinegra* eran seres muy poderosos con diferentes habilidades
Koga: ¿Ese malvado ser desapareció? *dice con mucho enojo ya que de verdad lo odiaba*
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Inuyasha: Nosotros lo derrotamos *el híbrido empezó a narrar de lo que paso con ese ser peligroso que casi mata a toda una aldea*
