No -Taekook-

CAPÍTULO SEIS

Había pasado alrededor de un mes, un mes muy torturante para Jungkook.

La persona la cual creía su alfa, la persona que le hacía la vida imposible y le estaba dañando física y mentalmente volvió a hacerlo. Hace alrededor de una semana lo golpeó, dejándole con algunos hematomas en su cuerpo, pero no fue todo, volvió a traer a su secretaria todos los días, obligándole a él y a su pequeño a quedarse encerrados en una y habitación completamente alejada de ellos.

-iré al trabajo, regresare más tarde, no me esperes despierto y cuida a Soo-sin dirigirle una mirada, sin despedirse como dolía hacerlo hace años atrás, simplemente le soltó esas palabras y salió de la casa.

Y el sabía que, si no lo hacía ahora, no tendría ninguna otra oportunidad para poder salir de aquel lugar.

Había visualizado bien la casa, sabiendo donde se ubicaban los pocos guardias que vigilaban, sabiendo a que horas hacían cambio y cuando no estaban custodiado, donde y cuando lo hacían. Tenía todo precisamente planeado que las probabilidades de fallar eran nulas.

Corrió, o al menos lo intentó, hasta la habitación, empacó en una mochila las cosas de su pequeño, todo lo más esencial, y en otra más pequeña termino por colocar su ropa, sin olvidarse de la pañalera.

No podía haber ningún fallo.

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Lo pensó, lo pensó mucho entre sí dejar a su bebé o no, no quería arriesgarlo a darle una mala vida pero no quería dejarlo en aquella casa -no puedo dejarte...pero no se si llevarte será la mejor opción

Pensaba desesperadamente entre llevar a su hijo con él o dejarlo con Taehyung

-no tengo otra opcion- se dijo a su mismo tomando una decisión final. Tomó todas sus pertenencias, aquellos bolsos donde las cosas de su bebé yacían y las pocas de él también, con su bebé en brazos caminó hasta la habitación de Taehyung, donde tomo una cantidad de dinero prudente que sabía, necesitaría pronto. Solo lo suficiente como para tomar un pasaje de tren para ambos y rentar un departamento hacia donde fuera a ir.

-ambos saldremos adelante, no más sufrimiento. Lo prometo- después de susurrarle esas palabras a su hijo, se aseguró de llevar todo lo que había preparado, caminando hacia la puerta trasera sin ser vistos por las personas del aseo.

Colocó su gorro que su suéter incluía, cubrió a su bebé con la manta y después de inspeccionar que nadie lo veía, salió caminando de manera recta lo más rápido que podía. La parte trasera de la casa no estaba con ninguna cerca, todo era un pequeño bosque que el sabía, no eran más de 5 metros caminando recto.

No habia fallas, caminaría, tomaría un taxi hacia la estación y se marcaría de esa ciudad lo más pronto posible.

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-Dos boletos hacia Daegu, por favor- pidió a la recepcionista quien comenzó a teclear en el computador.

Había llegado hacía apenas unos minutos a la estación de tren después de haber tomado un taxi quien lo trajo a ese lugar.

-aquí tiene, sale en cinco minutos, puede ir abordando ahora para no tener inconvenientes- le dijo la omega, el asintió, agradeció y terminó por irse hacia los trenes para tomar su asiento, acomodó sus cosas en el asiento a su lado mientras llevaba a su pequeño en sus brazos, este no dejaba que se le separará un sólo segundo, menos cuando estaba en lugares completamente desconocidos para él.