Buscando ideas.

702 96 13
                                    

Jongho no era una persona romántica o cursi, no le gustaba hacer regalos grandes y caros o pancartas grandes y que llamaran la atención, era más bien del tipo que te regalaba cosas significativas o te demostraba sus sentimientos con acciones en vez de palabras (aunque eso no significaba que dijera cosas bonitas a la persona de la que estuviera enamorado).

San era todo lo contrario a él, era un romántico empedernido, le gustaba dedicar canciones, hacer cartas enormes con sus sentimientos plasmados en ellas, regalar flores, chocolates, tener citas románticas, decir sus sentimientos en voz alta cada vez que podía y dar muestras de afecto en todo momento.

A pesar de no ser hermanos de sangre se querían y apreciaban como tal, la admiración de Jongho hacia San era enorme, desde muy pequeño lo había visto como un modelo a seguir y lo seguía viendo como tal. La admiración de San hacia Jongho también era grande, después de todo admiraba su forma de ser y como había vivido feliz luego de la muerte de sus padres.

Los señores Choi habían adoptado a San y a Jongho, cuando tenían seis y cinco años respectivamente, en un orfanato a las afueras de Seúl, papá Choi había sido cautivado por los ojos grandes y brillantes (aunque tristes) del pequeño Jongho y mamá Choi había caído por los ojos gatunos y afilados del pequeño Sannie
Así, luego de un afecto casi inmediato los papeleos empezaron por fin para poder llevárselos con ellos.

Ahora, luego de más de diez años desde ese día Choi Jongho, un joven que muchos consideraban maduro para su edad, estaba rompiéndose la cabeza mientras pensaba en que podía hacer para ¿reconquistar? El corazón de Kang Yeosang, a él nunca se le habían dado bien ese tipo de cosas (y eso nunca le había importado, al menos hasta ahora) por eso ahora sufría mientras se revolcaba en su cama buscando algo lindo que pudiera hacer que Yeosang vuelva a tratarlo como antes.

Hacer algo muy llamativo que lo presione era un no rotundo, no quería que Sang se sintiera presionado a perdonarlo solo por su capricho, quería que lo hiciera de verdad, de corazón, no estaría bien si fuera de otra forma.

San al verlo dar vueltas en su cama se compadeció de su pobre hermanito con nulas experiencias en el romanticismo, se acercó con tranquilidad y colocó una mano sobre su hombro.—Ya, tranquilo, llegué yo a salvarte la vida.—Dijo San formando su hermosa sonrisa con hoyuelos mientras Jongho lo miraba con sus ojitos llenos de esperanza.—Sannie, Sannie, ayúdame porfa, no sé como hacer que Sangie se fije en mi otra vez, o sea, que ya no esté molesto conmigo por los de Wooyoung.—Jongho, sin necesidad de que el de cabellos rosados le pregunte nada soltó todo muy rápido y haciendo un puchero, parecía un berrinche y San solamente soltó una pequeña risita.

—Está bien, Jjongie, vamos a hacer que Yeo ya no esté molesto contigo pero deja de revolcarte en tu cama como si fueras un cerdito en el lodo.— San soltó una pequeña risita e hizo que Jongho se levantara de su cama. Haría lo posible para que su hermanito sea feliz, porque a pesar de haber fingido un noviazgo con el chico del que estaba enamorado San no era alguien rencoroso, siempre va a querer lo mejor para Jongho y sabe muy bien que lo que él decida estará bien y si él había decidido que Yeosang era a quien quería él lo ayudaría.

💫

Uy uy, ¿qué será?, ¿qué será?

¿Qué estarán planeando Jongho y Sannie para Yeo?👀

06.06.21

𝐌𝐢𝐝𝐬𝐮𝐦𝐦𝐞𝐫 𝐃𝐫𝐞𝐚𝐦Donde viven las historias. Descúbrelo ahora