Durante la batalla de Deku y Bakugou contra Nine estos lograron vencer al villano de múltiples Quirks, pero Nine no está dispuesto que ninguno de los dos jóvenes héroes interfieran con su sueño así que utilizando lo último que quedaba, envió a Izuku...
Izuku empezaba a abrir los ojos y lo primero que vio fue el techo de la enfermería. El peliverde volteó a su derecha de manera inconsciente y vio a Akko durmiendo al pie de la cama.
—Akko, despierta— Izuku empezó a sacudir suavemente a la castaña y esta empezó a despertar
—¡Izuku!— Akko se abalanzó sobre Deku abrazándolo y este le respondió
—¡Eres un idiota! ¡¿Por qué te hiciste eso?! — pregunto la castaña tomando a Izuku de los hombros asustando al joven héroe
—¡¿tienes alguna idea de lo preocupada que estaba?! El verte gritar de dolor y caer al suelo, pensé que podrías haber muerto—
la castaña ocultó su rostros en el pecho de Deku y empezó a llorar por pensar que su amigo podría haber muerto.
Izuku se sentía fatal, había hecho llorar a su amiga por su culpa.
—Lo siento, Akko— se disculpó el pecoso con vergüenza en su voz mientras abrazaba a la nipona para Inter la hacerla sentir mejor
—me lancé al peligro porque quería protegerte, no quería que Diana te lastimara—
Las palabras del peliverde estaban surgiendo efecto en la ojirojo que empezaba a dejar de llora y solo se escuchaba sollozos
—Akko, mírame— la castaña levantó la vista y sus ojos se encontraron con los ojos color esmeralda de Izuku
—No llores, estoy bien. Además, demostraste a Diana que la vara de Chariot era verdadera ¿verdad? ¡Hiciste que la señorita perfecta estuvo mal!— Akko soltó una risa por la forma en la que Deku llamó a Diana— no me gusta verte triste Akko. Quiero que sonrías...¡Porque los que sonríen son los más fuertes!
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La chica se quitó las lágrimas restantes de su rostro y esta sonrió al igual que Izuku.
—Tienes razón, si quiero hacer felices a todos con mi magia no debo mostrar tristeza ¿verdad?— dijo Akko con una gran sonrisa
Ella intentaría ser fuerte, al igual que Izuku.
Ambos se miraron a los ojos y después de unos segundos se dieron cuenta que estaban muy cerca del uno del otro debido al abrazo del peliverde. Esto provocó que ambos jóvenes se separaran con un gran sonrojo
—L-La enfermera dijo que podrías regresar a tu habitación una vez que te recuperas, yo tengo volveré o Finnelan se enojará conmigo si descubre que me sali después del toque de queda—tartamudeo la nipona con un leve sonrojo para después dirigirse hacia la puerta de la enfermería
