CAPÍTULO 15

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Me desperté a la mañana siguiente para ir a la estación. Me vestí y bajé a desayunar. Allí estaba toda mi familia, incluido mi padre, que no me había hablado desde el día de la librería. Simplemente hacía como si no estaba en la casa. Les hablaba siempre a mis hermanos ya mi madre, pero se había olvidado de que tenía otra hija.

̶ Hoy saldremos más pronto hacia la estación ̶ anunció mi madre.

̶ ¿Y eso? ̶ preguntó Alex al lado mío.

̶ A Aria le cuesta mucho caminar y así no llegáis tarde ̶ contestó mi madre sonriéndome dulcemente.

̶ Yo no os podré acompañar este año ̶ he comentado mi padre y sonreí por dentro ̶ tengo cosas importantes que hacer.

Mis hermanos y yo asentimos con la cabeza mientras yo celebraba por debajo de la mesa.

̶ Draco, Alex, bien y haced que siga estando orgulloso de vosotros ̶ dijo mi padre y se levantó de la mesa para irse.

Mis hermanos me miraron tristes y me cogieron las manos para animarme, me preguntaban con la mirada si estaba bien.

̶ Estoy bien ̶ les tranquilicé y me levanté de mi silla ̶ ya he terminado.

Aunque no me importara que mi padre no me hablara, me dolía mucho que fuera tan "bueno" con Draco y Alex ya mí siempre me tratara como una mierda. Subí a mi cuarto a cambiarme, estaba por salir, pero Dobby apareció en mi cuarto.

̶ ¿Qué pasa Dobby? ̶ le pregunté al elfo.

̶ La señorita Aria no puede ir a Hogwarts, cosas horribles van a pasar este año ̶ contestó el elfo ̶ no quiero que le pase nada malo a la señorita Aria.

̶ Tranquilo Dobby, estaré bien ̶ le dije calmándolo un poco.

̶ Usted no lo entiende, no puede asistir, al igual que Harry Potter ̶ seguía diciendo Dobby.

¿Harry? ¿Por qué? ̶ le pregunté cada vez más confusa.

̶ Dobby no lo puede decir señorita ̶ dijo el elfo ̶ pero no es seguro que usted vaya.

̶ Está bien Dobby, pero voy a ir sí o sí ̶ acabé la conversación y salí de mi habitación y bajando por las escaleras.

Salimos hacia la estación, mis hermanos me ayudaban con el baúl e incluso a caminar porque me seguía doliendo mucho la pierna y el cuerpo en general. Aunque hubiera pasado una semana o así desde lo que pasó, los 12 crucios se notaban mucho y aún era como si me estaba lanzando el hechizo ahora mismo.

Llegamos a la estación con tiempo, faltaban unos 15 minutos y ya había gente. Me despedí de mi madre con un abrazo y subí junto a mis hermanos. Llegamos a un compartimento vacío y me senté con la pierna en alto.

̶ Recuerda lo que dijo mamá, nada de quidditch por ahora, al menos hasta que te quites la muleta. Y al llegar iremos con Madame Pomfrey para que te revise ̶ dijo Alex acariciándome la cabeza.

̶ Y no te vuelvas a lanzar contra un troll y no te metas en líos con Potter y los demás porque siempre acabas tú en la enfermería ̶ agregó Draco cruzándose de brazos.

̶ Sí no os preocupéis, no me meteré en líos y no haré nada que pueda atentar contra mi vida ̶ dije con mi cara de angelito.

Mis hermanos comenzaron a reír, más tarde llegaron Pansy, Blaise y Theo.

̶ ¿Es verdad lo que dicen? ̶ preguntó Theo mirándome.

̶ ¿El qué de todo? ̶ le devolví la pregunta.

̶ Qué defendiste al amor de tu vida de tu padre porque la estaba insultando ̶ dijo Pansy sentándose a mi lado y abrazándome.

̶ Sí, es verdad. Así me gané la muleta y todo el dolor de mi cuerpo que a día de hoy mantengo ̶ le respondí apuntando a mi muleta.

̶ ¿Qué te hizo? ̶ preguntó Blaise preocupado.

̶ No mucho, tan solo me dio un par de golpes y luego unos ... 12 crucios ̶ respondí con un poco de sarcasmo.

̶ ¡¿Qué eso no es mucho?! ̶ dijeron los tres a la vez y Pansy dándome una colleja en la nuca.

̶ Lo decía con sarcasmo, no le peguéis más, bastante tiene con nuestro padre ̶ intervino Draco poniéndose delante de mí.

Pasamos un rato hablando de cómo había ido el verano, pero echaba de menos a Hermione y además tenía que hablar con ella.

̶ Voy a buscar a Hermione ̶ anuncié levantándome, pero varias manos me lo impidieron ̶ ¿qué os pasa?

̶ Ya sabemos que quieres ver a tu novia, pero en ese estado no puedes moverte cómo quieras por el tren, podrías caerte ̶ dijo Theo.

̶ Uno, no es mi novia; dos, puedo caminar y no creo que esté muy lejos; y tres, tengo que hablar con ella porque lo más seguro es que se esté culpando de que mi padre me diera un golpe en la librería y no quiero que se culpe porque no es su culpa ̶ dije mientras levantaba mis dedos dando mis razones para que me dejaran ir a por ella y poniendo pucheros.

̶ Hablas con ella en Hogwarts ̶ sentenció Draco cruzándose de brazos ̶ y no pongas pucheros porque no te van a funcionar ahora.

Resoplé y me volví a sentar bien en mi sitio mientras apoyaba la cabeza en el hombro de Pansy y esta me hacía caricias en el pelo.

Cuando llegamos, fuimos a la enfermería lo más pronto que pudimos. Madame Pomfrey se sorprendió de verme nada más llegar, pero cuando le explicamos me revisó y me curó algunas heridas que eran más profundas. Me dio un par de pociones para que las tomara y fuimos al Gran Comedor. Me dirigí a mi mesa y me senté al lado de Her como siempre, me di cuenta de que no me miraba a la cara.

̶ ¿Qué te pasa Her? ̶ le pregunté. Ella seguía sin mirarme ̶ si es por lo de la librería, que sepas que lo haría mil veces más. No iba a dejar que mi padre te ridiculizara, no a ti. Además, estoy bien, me dio algunos golpes y demás, pero estoy aquí, que es lo importante. Ahora, mírame, por favor.

Hermione me miró y noté sus ojos un poco cristalizados y apuntó con su mano a mi muleta.

̶ ¿Eso te lo hizo tu padre? ̶ me preguntó con la voz un poco rota.

̶ Sí ... tengo que admitir que me lanzó unos cuantos hechizos y acabé con la pierna dañada, pero Madame Pomfrey dijo que en una semana ya no la necesitaré, además, aunque mi padre me golpeara sigo siendo tan guapa como siempre.

Hermione soltó una pequeña risa, pero en seguida volvió a su estado triste. Me cogió la mano que tenía sobre la mesa y apoyó la cabeza en mi hombro.

̶ Fue mi culpa, no debí decir nada ̶ decía con la voz cada vez más apagada y con algunas lágrimas saliendo de sus ojos.

̶ No digas eso, de verdad, una de las cosas que más me gustan de ti es que no ocultas lo que piensas, además, tenías toda la razón en lo que dijiste, Voldemort solo es un nombre, no debería darle miedo a nadie pronunciarlo . Pero, por favor, sigue siendo tú misma diga lo que diga la gente ̶ le supliqué levantando su cabeza para que me mirara a los ojos ̶ no le des esa satisfacción a mi padre.

Le sequé las lágrimas y volvió a sonreír. La abracé y así quedamos unos momentos, hasta que Dumbledore dio paso a la selección de casas, durante esta, tenía mi brazo rodeando los hombros de Hermione y la castaña seguía teniendo la cabeza apoyada en mi hombro, de vez en cuando dejaba pequeños besos en su cabeza para que se acabara de calmar. Me encantaba tenerla así, tan cerca de mí, en solo unos minutos me había dado la paz que no he tenido en todo el verano.

Levanté la cabeza hacia la mesa de Slytherin y mis hermanos me sonreían mientras negaban con la cabeza. Les sonreí de vuelta y miré hacia el frente donde estaba el sombrero seleccionando las casas de los de 1º año.

La hermana pequeña de Ron, Ginny, quedó en Gryffindor. Sin embargo, en toda la cena no vimos ni a Harry ni a Ron, y según Hermione en el tren no estaban. Fuimos a nuestra habitación y nos dormimos para empezar al día siguiente las clases un año más.

No me importa la sangre (Hermione y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora