CAPÍTULO 90

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Llegó el día en el que tendríamos que ir a Hogwarts. Estaba muy nerviosa por ir al colegio, sé que siempre he ido allí a estudiar, pero ahora era como si fuera totalmente nueva.

Nos arreglamos y Hermione y yo bajamos a desayunar con el resto. Nos sentamos y comíamos tranquilos, aunque en mi caso no tenía hambre.

̶ Tienes que comer algo ̶ me dijo Hermione.

̶ No tengo mucha hambre ̶ le dije mirándola.

̶ ¿Estás nerviosa verdad? ̶ preguntó y asentí ̶ no te preocupes, Harry, Ron y yo vamos a estar contigo todo el rato.

Le sonreí agradeciéndole y miré su mano, la tenía en su pierna mientras que con la otra cogía el tenedor. Me pensé por un momento si debía o no, pero al final cogí su mano entrelazando nuestros dedos. Hermione me miró sonrojada con una sonrisa y se la devolví, me encantaba hacerla sonreír, tenía la sonrisa más bonita que había visto en mi vida.

Cuando llegó la hora cogimos nuestros baúles y todo y fuimos a la estación para coger el tren de Hogwarts.

Al llegar vi a un montón de familias despidiéndose de sus hijos, eché un vistazo por toda la estación y me detuve en los dos chicos que habíamos seguido el día que fuimos al callejón, estaban con una mujer también rubia, debía ser su madre. En mi estómago se formó un sentimiento raro, como si ya los hubiera visto antes o algo así, pero no me acordaba en dónde.

̶ Muchas gracias por todo Molly ̶ le dije abrazando a la mujer ̶ gracias por dejar que me quedara en tu casa y lo siento por todo el mal que he dado.

̶ Por favor Aria, cuántas veces te lo tendré que decir, tú no das mal y mi casa es tu casa ̶ dijo Molly dándome un beso en la mejilla ̶ recuerda que eres como una hija para mí.

̶ Y tú como una madre para mí ̶ le dije abrazándola otra vez.

Me separé y Molly tenía los ojos cristalizados, pero me sonreía. Hermione me cogió la mano y me llevó hasta el interior del tren. Entramos en un compartimento los 4 y nos sentamos.

Por fuera de este pasaban algunos chicos y chicas que me saludaban y me preguntaban que qué tal estaba. Era incómodo porque todo el mundo me conocía y me hablaba preguntándome lo que me había pasado. En ningún momento solté la mano de Hermione ya que con ella me sentía segura.

El tren se puso en marcha y mientras los chicos me recordaban cosas de los profesores. Harry mencionó algo de que antes de ir a la madriguera había ido con Dumbledore a convencer a un tal Horace Slughorn de enseñar otra vez en Hogwarts.

Debíamos ir por la mitad del camino cuando un niño pequeño entró en el compartimento, parecía bastante nervioso.

̶ Traigo un mensaje del profesor Slughorn ̶ comenzó diciendo ̶ le gustaría que el señor Harry Potter y la señorita Aria Black fueran a almorzar con él al compartimento C.

̶ Vale, gracias pequeño ̶ agradecí al niño y se fue sonrojado ̶ ¿vamos a ir?

̶ Tenemos que hacerlo ̶ dijo Harry ̶ Dumbledore me dijo que era crucial que tú y yo nos lleváramos bien con él, que teníamos que acercarnos.

̶ ¿Qué pinto yo ahí? ̶ pregunté confusa.

̶ Si Dumbledore lo dijo, tienes que hacerlo ̶ contestó Hermione.

̶ Pero no me gusta tanta gente nueva en un sitio tan pequeño ̶ protesté haciendo un puchero.

̶ Irás y punto ̶ sentenció Hermione dando por finalizada la conversación.

̶ Está bien ̶ accedí cruzándome de brazos ̶ pero Harry, no te separes mucho de mí.

̶ Ya echaba de menos a la Aria gobernada ̶ admitió Ron riéndose con Harry.

No me importa la sangre (Hermione y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora